Si bien las primeras evidencias del consumo este elixir blanco se remontan a hace más de 6.000 años en territorios que hoy pertenecen a Kenia y Sudán, la historia de los productos lácteos en Latinoamérica es relativamente reciente. El registro de la llegada de animales de ganadería, en este caso de la vaca, no se dio hasta el segundo viaje de Cristóbal Colón en 1493. Desde ese entonces, la leche y otros lácteos se comenzaron a popularizar, al grado que la
Una mirada al mercado de la leche
Latinoamérica no es el mayor actor global del sector de la leche tradicional. En concreto, su cuota del 10% le posiciona en el cuarto lugar del ranking por volumen de
ingresos de ventas minoristas de este alimento. Eso sí, Brasil se ha convertido en la piedra angular de la industria. Actualmente no solo es el país con
mayor número de vacas lecheras en América Latina, sino también el tercero a nivel mundial, con aproximadamente 17 millones de cabezas. Esto significa una cabaña lechera doble a la de México y diez veces mayor que la argentina. Por ello, no es de extrañar que la
producción de leche del gigante sudamericano haya crecido cerca de un 15% en los últimos 10 años hasta rebasar la barrera de los 27 millones de toneladas métricas en 2023.
Los quesos en América Latina
Si bien, en comparación con la leche tradicional, este manjar no representan una competencia en la industria láctea latinoamericana, el
consumo anual de queso ha superado las 800.000 toneladas métricas en Brasil y las 600.000 toneladas en México. Esto se debe a su presencia en muchas
comidas típicas latinoamericanas, como el choriqueso, el pão de queijo o chipá, las arepas, la papa huancaína o las quesadillas. Tan solo en México existen más de 40 variedades, como el queso Oaxaca (quesillo), Chihuahua o Cotija. No en vano, la
producción mexicana superó las 465.000 toneladas en 2023, es decir, un aumento cercano al 50% solo en la última década.
Alternativas lácteas
Existe una tendencia creciente al consumo de alternativas a la lactosa a nivel mundial que no es debida únicamente al incremento de la intolerancia, sino también a la búsqueda de otras opciones saludables,
respetuosas con el medio ambiente y los animales. Esta nueva preferencia de los consumidores abre la puerta una la floreciente demanda de bebidas vegetales en América Latina, cuyo
valor de mercado estimado para 2028 asciende a 3.240 millones de dólares estadounidenses. Ahora bien, dicho sector involucra mucho más que sustitutos de la leche, ya que engloba mantequillas vegetales, yogur, crema y quesos, entre otros.
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