Los servicios relacionados con la música y los vídeos online es uno de los sectores con más auge en los últimos años. Es cierto que los vinilos han dejado de sonar en las fiestas y que la industria musical no vive uno de sus mejores momentos, pero la música es un arte caprichoso y difícil de hundir. Gracias a la digitalización del sonido y a la irrupción de programas online como Spotify, la música española ha conseguido mantenerse a flote. La realidad del mundo cinematográfico no es muy distinta; cada día son más los usuarios que utilizan Internet para descargarse películas o visualizarlas en "streaming".
Por su parte, los videojuegos y los juegos de apuestas online representan dos fuentes importantes de ingresos para el sector. La industria del videojuego generó en 2018 una facturación superior a los 800 millones de euros en España, a lo que se sumó los más de 430 millones de euros de la industria de los juegos de azar y las apuestas. Una vez más, el entretenimiento halla sosiego en el área digital.
Pero Internet es un arma de doble filo y desde que se extendió el uso incorrecto de esta red de comunicación, la industria del entretenimiento online han sufrido también grandes pérdidas debido a la piratería, de las que les costará años recuperarse.