No es ninguna novedad que la verdura, que ha formado parte de la nutrición humana desde tiempos remotos, es imprescindible para lograr una dieta sana y equilibrada. Ahora bien, el auge de nuevas tendencias alimentarias como el veganismo o el vegetarianismo en los últimos años las han convertido en una parte todavía más imprescindible de la vida diaria de millones de personas, lo que sin duda ha contribuido —y seguirá haciéndolo en el futuro— al
, que en 2023 alcanzó los 550.000 millones de kilogramos. Y eso sólo en el caso de verdura fresca. Este volumen es todavía mayor si se tienen en cuenta productos congelados y en conserva. Ante dicha realidad, no llama la atención que el
también se haya incrementado considerablemente en el último tiempo. De hecho, se situó en torno a los 355.000 millones de dólares estadounidenses a cierre de 2023.
La producción de verdura en el mundo
La cada vez mayor demanda de hortalizas se ha traducido, de forma inevitable, en un paulatino crecimiento de la
producción mundial, que ya supera los 1.100 millones de toneladas métricas anuales. Gran parte de este volumen procede del continente asiático y más concretamente a
China. Y es que el gigante oriental, que cuenta con más de 23 millones de hectáreas dedicadas al cultivo de este producto, produjo alrededor de 616 millones de toneladas en 2022, una cifra que no solo supuso más de la mitad del total global, sino que además cuatriplica la cantidad cosechada por India, segundo mayor productor mundial. Por tipo de hortaliza, el
tomate es sin duda la estrella. Anualmente se recolectan unos 186 millones de toneladas en todo el mundo. Eso sí, si se tienen en cuenta los tubérculos, la patata le roba claramente el protagonismo. A fin de cuentas, se trata del producto agrícola más consumido globalmente, sólo por detrás del plátano.
Los nombres propios del comercio de hortalizas
Pero más allá del país que vio nacer poderosas dinastías imperiales como los Ming,
Estados Unidos es uno de los mercados que más dinero genera gracias a la verdura fresca. A pesar del extendido estereotipo acerca de la clara preferencia de sus ciudadanos por la comida rápida, esta nación ingresó en 2023 casi 60.000 millones de dólares gracias a la venta de cebollas, champiñones y similares. Además, desde hace unos años se ha posicionado como el principal importador de este producto, seguido por Alemania y Reino Unido. Ahora bien, es imposible hablar de este sector sin hacer referencia a España. La que se ha convertido en la cuna hortícola de Europa, con permiso de Rusia y sobre todo ahora con la guerra de esta nación contra Ucrania, ha logrado afianzarse como uno de los cinco
mayores exportadores a nivel mundial junto a China, México, Países Bajos y Canadá, con un valor comercial de este tipo de transacciones que en el último año superó los 9.300 millones de dólares.
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