España es un país con una rica gastronomía, fuertemente influenciada tanto por todos los pueblos que conquistaron su territorio a lo largo de la historia, así como por aquellos que posteriormente colonizó. Hoy en día se considera que la dieta mediterránea es la principal apuesta de la cocina española, cuyos principios son la simplicidad y la gran variedad de alimentos. Pero el reconocimiento de esta forma de alimentación excede las fronteras racionales. Y es que el año 2010, fue declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en una denominación conjunta de España, Grecia, Italia y Marruecos.
El aceite de oliva, el producto imprescindible
El aceite de oliva es, sin duda, una de las joyas de la cultura gastronómica nacional. Pese a su precio más elevado que otras opciones, cuenta con un lugar preferente en todas las casas debido al aroma y sabor especial que aporta a las preparaciones. No en vano, el Estado es uno de los máximos productores y
exportadores de aceite de oliva del mundo. Su
consumo medio por ciudadano en 2023 se situó en torno a los seis litros, si se tienen en cuenta todas las variedades, esto es, virgen, virgen extra y normal. Este último es, no obstante, el que sigue teniendo una mayor acogida, entre otras cosas, al tratarse del más económico de los tres. Aun así, no siempre está al alcance de todos los bolsillos y menos con su reciente encarecimiento. No en vano, es el
alimento que más ha subido desde 2019 —en agosto de 2024 costaba un 183% más que hace cinco años—, lo que sin duda influyó en la pérdida de su corona frente al aceite de girasol en 2023, que se convirtió en el más utilizado por los hogares españoles por una diferencia de 130.000 litros.
El papel clave de las hortalizas
La verdura se ha constituido como una de las bases de la alimentación diaria de los españoles. Por ello, no sorprende que el
consumo de verdura fresca en España sobrepase los 160 millones de kilogramos al mes. Esto se traduce en un
gasto anual de los hogares españoles superior a los 4.900 millones de euros. Eso sí, no todas las hortalizas gozan de la misma popularidad entre la población.
Patatas, tomates y cebollas son los productos más vendidos dentro del mercado nacional. A fin de cuentas, se trata de productos presentes en muchos platos tradicionales de la cocina nacional. En cuanto a los
canales preferidos por los consumidores para comprar hortalizas frescas, los españoles tienden a decantarse por los supermercados y las tiendas tradicionales.
El consumo de carne y pescado
Al ser un país altamente costero, el pescado y el marisco han formado siempre parte fundamental de la alimentación. De hecho, la
ingesta anual de este alimento en las últimas dos décadas solo bajó del millón de toneladas en 2022 y en 2023 debido a la alta inflación. Entre los diferentes formatos de compra, sin embargo, el rey sigue siendo el
pescado fresco, y todo ello a pesar de la caída en su consumo de casi dos millones de kilogramos que experimentó el pasado año. Por su parte, la
carne lleva desde 2013 en una tendencia decreciente general influenciada por el avance del veganismo y el vegetarianismo. Aun así, la población del país había comido en conjunto alrededor de dos millones de toneladas a cierre de 2023 gracias sobre todo al
pollo y al cerdo, puesto que ambos tipos fueron los únicos que registraron un consumo medio per cápita por encima de los nueve kilogramos.
Y para beber...
La leche líquida y el agua son, por mucho, las
bebidas más consumidas anualmente en el país. En ambos casos, se bebieron aproximadamente 2.500 millones de litros, lo que supuso una diferencia de casi el doble con respecto a los refrescos, encargados de completar el podio. En cuanto a las opciones con alcohol, y si bien España es uno de los tres máximos referentes de la industria vinícola mundial, es la
cerveza la que parece contar con una mejor recepción entre el público nacional, muy probablemente por su menor coste. En concreto, un español de promedio ingiere unos 50 litros de cerveza al año, prácticamente septuplicando así la
cantidad de vino consumida por persona en España.
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