El maíz en el mundo - Datos estadísticos
El maíz es uno de esos alimentos que han formado parte de la vida cotidiana de millones de familias desde hace siglos y, actualmente, sigue siendo esencial de las dietas de muchos países. Es más, el creciente aumento de personas con intolerancias y alergias al gluten —presente en muchos cereales como el trigo o la avena— no ha hecho sino potenciar su consumo. Dicho eso, su uso no se limita ni mucho menos a la ingesta humana. La alimentación animal y la industria emplean ingentes cantidades cada año y son, de hecho, los principales destinos de la mayor parte del maíz disponible, englobando en torno al 85% del total utilizado. Tal grado de demanda ha potenciado su cultivo hasta convertirse en el tipo de grano más producido del mundo, manteniéndose por encima de los 1.000 millones de toneladas durante los últimos diez años aun cuando cuenta con un menor número de hectáreas dedicadas a su cosecha que el trigo. Pero también ha llevado a un fortalecimiento de las relaciones comerciales con el fin de abastecer tanto a las naciones productoras, cuya capacidad es ciertos casos no es suficiente para cubrir las necesidades de su población, como a aquellas donde las condiciones climatológicas no permiten su cultivo en condiciones óptimas. Así, no sorprende que su comercialización lleve cuatro campañas consecutivas sin bajar de los 180 millones de toneladas, alcanzando además un máximo histórico en 2023/2024, y se prevé que siga sobrepasando dicho umbral en 2024/2025, a pesar de la ligera caída esperada.
Dicho esto, la realidad es que, más allá de los lugares donde su uso está más extendido, cada vez son más los que añaden este grano en sus menús diarios, ya sea en su versión más natural (mazorcas) o en forma de productos procesados. La pasada temporada fue un claro ejemplo, puesto que se experimentó un incremento en su consumo mundial de casi 47 millones de toneladas con respecto al año anterior, dando lugar a un nuevo récord que, eso sí, si se tienen en consideración las previsiones más recientes, tiene los días contados.
Estados Unidos a la cabeza
Pero ¿de dónde viene mayoritariamente el maíz que se consume? Para responder esta pregunta hay que dirigir la mirada a América y, más concretamente, a Estados Unidos. No en vano, el país de las oportunidades envió fuera de su territorio cerca de 60 millones de toneladas de esta gramínea el pasado año, lo que supuso apenas un 15% de su producción anual. Y es que la nación se ha afianzado, además, como el máximo productor del mundo del que científicamente se conoce como Zea mays, con un volumen que solo en la temporada 2023/2024 rozó los 389,7 millones de toneladas o, lo que es lo mismo, alrededor de un tercio del total generado en el planeta. Ahora bien, la nación de las barras y las estrellas comparte el dominio del mercado internacional con otros dos nombres del mismo continente, que también lo acompañan en el top 5 en términos del sembrado y cosecha de este producto agrícola: Brasil y Argentina. Entre los tres agruparon en torno al 70% de la exportación durante la última campaña; una cantidad que en parte tuvo como destinatario a China. A fin de cuentas, el Estado presidido por Xi Jinping recibió más de 23 millones de toneladas en 2023, encabezando así la lista de mayores importadores, junto a México. Y todo ello pese a tratarse del segundo productor más importante de maíz, lo que no hace sino evidenciar el elevado nivel de demanda de este cereal que existe dentro de las fronteras del gigante asiático.El consumo de maíz
Sin ir más lejos, su ingesta durante 2023/2024 fue la segunda más alta del mundo al aproximarse a los 310 millones de toneladas. El único que pudo superar dicha cifra fue, de nuevo, Estados Unidos, que se quedó al borde de los 321 millones. No es casualidad, por tanto, que Norteamérica y Asia Oriental, regiones que integran estas naciones, sean precisamente las zonas geográficas donde más maíz se consume con diferencia. En concreto, allí se registra más de la mitad de la utilización global de este alimento. Asimismo, son también las que concentran la basta mayoría de las existencias aunque en ese caso, no obstante, es el continente asiático quien lleva la notable delantera. De unas reservas finales de 309,6 millones de toneladas en la campaña más reciente, cerca de 215,2 millones se localizaban en seis de sus países con China a la cabeza; una suma que llega a los 226,4 millones si se incluye al sudeste asiático, la Asia meridional y Oriente Medio.Dicho esto, la realidad es que, más allá de los lugares donde su uso está más extendido, cada vez son más los que añaden este grano en sus menús diarios, ya sea en su versión más natural (mazorcas) o en forma de productos procesados. La pasada temporada fue un claro ejemplo, puesto que se experimentó un incremento en su consumo mundial de casi 47 millones de toneladas con respecto al año anterior, dando lugar a un nuevo récord que, eso sí, si se tienen en consideración las previsiones más recientes, tiene los días contados.
