La soja en el mundo - Datos estadísticos
Principales segmentos de la industria
La producción de este oro verde se ha elevado un 47% durante la última década, situándose en torno a los 400 millones de toneladas en la temporada 2023/24, y las previsiones apuntan a que esta cifra seguirá creciendo a la par que la demanda. Y es que, durante ese mismo periodo, se consumieron aproximadamente 385 millones de toneladas de soja, es decir, un 8,1% más que cinco años antes y se espera que la presente temporada cierre con un incremento de cerca del 6%. ¿Para qué se emplean tantas toneladas de esta materia prima? Según su uso final, el mercado esta segmentado en tres artículos principales: soja entera, harina y aceite. Cabe destacar que, a pesar de la expansión de la cultura veggie, la ingesta de esta legumbre para la nutrición de seres humanos sigue representando una parte muy pequeña dentro de la fotografía general del negocio y más de un 90% de la producción —teniendo en cuenta los granos de soja y gran parte la soja triturada— se destina a la alimentación animal en forma de piensos para ganadería (especialmente intensiva) y acuicultura. A este campo se suman otras aplicaciones industriales tales como la fabricación de tintas de impresión, lubricantes y, más recientemente, la generación de biodiesel.Ahora bien, el rol de esta leguminosa está cambiando gracias a su alto valor proteico y su condición de superalimento, que la convierte en un ingrediente cada vez más demandado por el sector alimentario para la fabricación de alternativas a la proteína animal y de suplementos para deportistas. Eso sí, no todo son ventajas. La cara B —aparte de la aceleración de la erosión del suelo como resultado de la dedicación de cada vez más hectáreas a su monocultivo— es que al tener que ser tratada para poder ingerirse, la mayoría de sus cualidades alimenticias no se aprovechan correctamente y esta semilla aterriza en el plato en multitud de ocasiones de manera escondida o en forma de alimento ultraprocesado. Aparte de los grandes clásicos más saludables como el archiconocido tofu, el edamame o la soja texturizada, que están sometidos a procesos leves de transformación, es presentada también en otros formatos más industrializados que pasan por lecitinas, salsa de soja, sustitutos de la carne o bebidas. Estas últimas cuentan con tal potencial que su tamaño del mercado podría rebasar los 30.000 millones de dólares en 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) estimada del 6,54%.
Asia y América, líderes indiscutibles
Asia se ha escrito tradicionalmente con mayúsculas en la historia de la soja a raíz de su vinculación milenaria con este cultivo. Especialmente China ha emergido como un claro exponente, cuyas políticas productivas y de comercio internacional repercuten significativamente en la dinámica del sector y en la volatilidad de los precios debido a su papel como primer importador y cuarto productor del mundo.Del otro lado del Pacífico, el continente americano les echa un pulso, capitaneado por Brasil. El país de la Auriverde no solo es el mayor productor del planeta (generando ocho veces más soja que el gigante asiático), sino también el mayor exportador, con cifras cercanas a los 102 millones de toneladas. En términos relativos, ello significa que casi un 70% de su producción se destina al comercio exterior. Exactamente el mismo patrón se repite en el caso de Estados Unidos, que se posiciona segundo en ambas categorías. Completa el podio de producción Argentina, que además se ubica en el top cinco del ranking mundial de importadores.
Por último, en lo que a la Unión Europea respecta, apenas si supera los 2,5 millones de toneladas cosechadas anualmente, las cuales resultan insuficientes para satisfacer una demanda estimada en cerca de 18 millones. Por ello, no sorprende que se haya convertido en uno de los principales importadores, capitaneado por Alemania y España; países que reciben cada año más de tres millones de toneladas.