El aceite de oliva es referenciado en numerosas ocasiones como el oro líquido debido a sus numerosas propiedades beneficiosas para la salud y a sus variados usos más allá de la cocina. Si bien es propio del Mediterráneo, donde ha formado parte de la dieta habitual de sus habitantes desde tiempos remotos, su utilización es cada vez más frecuente en países como Estados Unidos. De hecho, el mercado estadounidense se ha convertido en el
de este aliño dorado, solo por detrás de la Unión Europea. Eso sí, pese a su
, aún está muy por detrás de las cantidades que, mundialmente, se ingieren de otros aceites como el de palma o el de soja. En concreto, durante la campaña 2023/24 se consumieron en el mundo más de 60 millones de toneladas de cualquiera de estas dos variedades frente a los apenas 2,5 millones de aceite de oliva. El elevado precio que puede alcanzar en comparación a otros aceites vegetales, especialmente en el caso de países no productores de este, es seguramente la causa detrás de este contraste, que se ha hecho aún más pronunciado en 2023. Y es que la escasez de este producto en dicho año debido a las malas cosechas ha desencadenado en un encarecimiento sin precedentes. Solo en
, se experimentó una subida media del 69,3% el periodo comprendido entre enero de 2023 y enero de 2024.
La producción de aceite de oliva
Pero ¿cuánto aceite se produce anualmente? En la última temporada se produjeron un total de 2,5 millones de toneladas métricas. Ahora bien, alrededor del
60% de este volumen procede de la Unión Europea y más concretamente, de cuatro países: España, Italia, Grecia y Portugal. Teniendo esto en cuenta, no llama la atención que sean precisamente los
aceites de oliva virgen extra originarios de estas naciones los que año tras año se cuelen entre los diez mejores del mundo. Cabe señalar, no obstante, que el reconocimiento de las marcas no siempre va unido al de las empresas detrás de estas. Así quedó en evidencia en 2023, cuando, para sorpresas de algunos, fue una empresa argentina la que se convirtió en la más premiada dentro de las dedicadas a la
fabricación y comercialización de este tipo de aceite. Sin embargo, esto cobra mayor sentido al considerar que Argentina es, a fin de cuentas, el principal exportador de aceite de oliva de Latinoamérica.
Comercio internacional del aceite de oliva
El valor de las exportaciones argentinas de este aliño se situó en torno a los 103 millones de dólares estadounidenses en 2022, situándose así por encima de su máximo competidor: Chile. A pesar de ello, se quedó muy lejos de los dos pesos pesados del mercado mundial del aceite de oliva. Y eso que, de ellos, solo
España, que se afianza cada año como el máximo referente, logró superar el umbral de los 4.000 millones de dólares. En cuanto a la importación de este valioso producto,
Estados Unidos es, desde hace ya unos años, el destino al que llega el mayor volumen de aceite de oliva, en su mayoría procedente del país ibérico y de Italia. En conjunto, se importaron globalmente 1,08 millones de toneladas métricas en la campaña comercial 2022/23, frente a los 1,2 millones exportados durante ese mismo periodo. Esto se traduce en un superávit que, seguramente, se mantenga en años venideros a medida que el aceite de oliva sigue conquistando paladares.
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