, pero debido a las emisiones contaminantes generadas por su uso, poco a poco se ha iniciado la transición hacia soluciones más amigables con el medio ambiente, como el uso de motores eléctricos para la propulsión de medios de transporte. La
, ha experimentado un crecimiento importante a nivel mundial en los últimos años. Desafortunadamente, los países latinoamericanos se encuentran lejos de posicionarse como los líderes en este rubro, pero a pesar de la lenta incorporación, la región se prepara para una evolución desde el modelo tradicional de transporte con vehículos de combustión interna hacia uno más diverso que incluya alternativas eléctricas.
Los eléctricos han llegado para quedarse
En Latinoamérica, la venta de vehículos eléctricos de batería (BEV) ha ido en constante y exponencial aumento en los últimos años.
Colombia se posiciona como uno de los líderes en registros de este tipo de vehículos en la región, con más de 3.000 unidades en 2022. Una de las causas de estos resultados en el sector automotor colombiano son los incentivos existentes para la compra y propiedad de vehículos eléctricos.
México,
Chile y
Costa Rica son otros claros ejemplos del incremento en la comercialización de autos eléctricos debido a la implementación de políticas públicas.
En la gama de los híbridos, vehículos que combinan un motor de combustión interna y uno eléctrico, los países latinoamericanos cuya economía depende más del sector de los hidrocarburos son los que llevan la delantera. Brasil y México encabezan la lista en esta area con el mayor
volumen de ventas de vehículos híbridos (HEV) en 2022. Por el contrario, las dos potencias de la región se han visto rezagadas en la incorporación de carros completamente eléctricos en su flota vehicular.
Entre las razones que obstaculizan la adopción de los vehículos eléctricos en el mercado latinoamericano se encuentran el precio elevado de los modelos, que son en su gran mayoría importados, la carencia de estímulos tributarios y, sobre todo, la falta de una infraestructura de carga adecuada.
La ola eléctrica en las ciudades
El uso de vehículos eléctricos en los sistemas de transporte público no es reciente en las grandes urbes latinoamericanas. Desde el siglo pasado, los habitantes de las metrópolis de la región cuentan con sistemas de trenes subterráneos o metros, trenes ligeros y trolebuses que funcionan con energía eléctrica. En años recientes, se ha optado por modernizar las flotas del transporte urbano rodado. En esta materia, Colombia es uno de los países que más invierte en el segmento eléctrico del transporte público sobre ruedas al sumar más de 1.500
autobuses eléctricos en funcionamiento, seguido por Chile y México.
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