Ahora bien, la reducción de la producción parece no haber afectado a la generación de empleo dentro del sector. Teniendo en cuenta los más de tres millones de parados en el país, no es un dato menor que entre las empresas de fabricación de vehículos a motor y las dedicadas a la venta y reparación se supere el medio millón de trabajadores. Eso sí, la representación femenina en plantilla sigue siendo una tarea pendiente.
En términos de ventas, el mercado nacional ha experimentado un constante crecimiento desde 2014. Si bien, todavía está lejos de alcanzar las cifras registradas en mercados como el chino o el estadounidense. Una tendencia en la que provincias como Madrid y Barcelona desempeñan un papel clave, gracias especialmente a la popularidad entre los conductores del producto autóctono. Al menos eso parecen indicar los últimos datos que coronan al Seat León como el modelo más matriculado en el país en 2018, seguido por otro automóvil de la casa española.
Pero la popularidad de los vehículos españoles no se limita al mercado interno. De hecho, la gran mayoría de la producción nacional tiene como destino final un mercado extranjero. En concreto, Francia y Alemania son los principales socios comerciales del sector de la automoción español. Solo en 2018, el número de vehículos enviados a estos dos países europeos supusieron en torno al 37% del total de la exportación del sector.