Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se celebra mañana, Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó hoy su última Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa. El informe evalúa anualmente la situación para el ejercicio de la actividad periodística en 180 países y territorios del mundo. En esta edición, de 2025, los analistas internacionales que han participado en el estudio han tenido en cuenta cinco indicadores para dar una visión de la libertad de prensa que tenga en cuenta el marco jurídico, el contexto político, económico, sociocultural y de seguridad de cada territorio analizado.
Por primera vez, la organización ha clasificado la situación de la libertad de prensa en el mundo como "difícil", ya que la nota media del conjunto de los países evaluados se sitúa por debajo de 55 puntos. Más de seis de cada diez países (112 en total) han visto descender su puntuación en la clasificación de este año, incluidos varios que estaban bien situados.
Como recuerda RSF, aunque "las agresiones físicas a periodistas son el aspecto más visible de las violaciones de la libertad de prensa, las presiones económicas, más insidiosas, constituyen también un obstáculo importante (...). Sin independencia económica, no puede haber prensa libre". En 160 de los 180 países analizados por RSF, los medios de comunicación no logran alcanzar la estabilidad financiera.
Como muestra nuestro mapa, 42 países, que representan más de la mitad de la población mundial, han sido clasificados en la peor categoría de la clasificación, en la que la situación de la libertad de prensa se considera "muy grave" y el ejercicio del periodismo es especialmente peligroso. Además, 96 países se encuentran en una situación "difícil" o "problemática", mientras que sólo 42 están en una situación "más bien buena" o "buena". Los países clasificados en la mejor categoría del índice son todos europeos y se pueden contar con los diez dedos de una mano: Noruega, Estonia, Países Bajos, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Irlanda.
La mayoría de los países con la libertad de prensa más restringida del mundo se encuentran en Asia y Medio Oriente. Los tres últimos son Eritrea, Corea del Norte y China, que sigue siendo una de las mayores cárceles del mundo para los periodistas y un modelo para los regímenes autoritarios en lo que se refiere al control de los medios de comunicación. Le siguen países como Siria, Irán, Afganistán, Turkmenistán y Vietnam, donde la situación también se considera crítica para el ejercicio del periodismo.



















