Desde 1990, el uso mundial de plaguicidas se ha más que duplicado. Aunque las ventas de productos fitosanitarios han aumentado en todas las regiones del mundo, los mayores incrementos se han producido en Sudamérica, Oceanía y África. En Europa, el consumo ha disminuido ligeramente en los últimos diez años, pasando de algo más de 5 millones de toneladas en 1990 a 4,7 millones de toneladas en 2022.
En términos absolutos, España es uno de los mayores consumidores europeos de pesticidas, junto con Rusia, Alemania, Francia e Italia. Sin embargo, si observamos el uso de pesticidas en relación con la superficie cultivada, España está bastante lejos de los primeros puestos. La agricultura española utilizó una media de 2,6 kilogramos de plaguicidas por hectárea de tierra en 2022, según la FAO, muy por encima de la media de los cuarenta países europeos estudiados ese (1,6 kg). Como muestra nuestro mapa, las cifras varían desde más de 23 kilos por hectárea en Andorra hasta menos de un kilogramo por hectárea en varios países escandinavos, los Balcanes, Europa del Este e Islandia.
La naturaleza y las cantidades de plaguicidas utilizados varían mucho según el tipo de cultivo, por lo que existen grandes diferencias entre países (y también entre regiones de un mismo país). Los territorios que han desarrollado una agricultura muy especializada, con cultivos intensivos que requieren pesticidas, como las patatas, los frutales y los viñedos, suelen tener los valores más altos.



















