El perfil sociodemográfico de México - Datos estadísticos
Sin embargo, el bono mexicano ha comenzado a desvanecerse en los últimas diez años, al verse afectado por una constante caída de la tasa de crecimiento demográfico (especialmente entre 2015 y 2022) y una aceleración del índice de envejecimiento. Estos cambios han despertado gran preocupación entre los expertos debido a que marcan el comienzo de la transformación de la pirámide poblacional del país hacia una campana invertida.
Principales causas de la transición demográfica
La natalidad, la mortalidad y la esperanza de vida al nacer han sido las variables demográficas que más han afectado a la evolución poblacional de América Latina y, en este sentido, México no ha sido la excepción. En concreto, en 2022 se registraron alrededor de 1,8 millones de alumbramientos en la nación azteca, lo que representa un 25% menos que hace una década. Esta disminución tiene relación directa con la tasa de fecundidad o número medio de hijos por mujer, que alcanzó su punto más bajo en la historia del país en 2021. Algunas de las causas del declive de este indicador clave para la renovación generacional se atribuyen a la expansión del uso de anticonceptivos y al alumbramiento tardío, especialmente entre las mujeres con mayores niveles de escolaridad.
Pero además de los nacimientos, el incremento de la esperanza de vida al nacer ha sido otra de las variables centrales para entender el envejecimiento de la población. Y es que, en los últimos 50 años, esta ha crecido sustancialmente, a excepción del periodo comprendido entre 2020 y 2021, cuando la pandemia mundial de COVID-19 causó alrededor de dos millones de defunciones. Este fenómeno redujo la esperanza de vida drásticamente, haciéndola alcanzar los valores más bajos registrados nunca antes en el país. Pese a ello, la edad promedio se ha recuperado a partir de 2022, logrando una media de 75 años de edad desde el nacimiento.
La migración y los desplazamientos forzados
La migración es otra de las problemáticas más complicadas, ya que afecta a México a dos niveles. En primer lugar, el país cuenta con el porcentaje más alto de población emigrante de todo América Latina, cuyo grueso está compuesto por individuos en edad de trabajar, que podrían impulsar el desarrollo económico nacional. En este sentido, factores como las altas tasas de desempleo y los altos niveles de violencia son las principales explicaciones a esta aceleración migratoria. En segundo lugar, el territorio mexicano se ha convertido en un corredor migratorio que conecta Centro América con los Estados Unidos, lo que ha conducido a que refugiados provenientes mayoritariamente de Haití, Honduras y Cuba busquen asilo en el país.