La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define las remesas como “transferencias de dinero o en especie que los migrantes hacen directamente a sus familias o comunidades en los países de origen”. En 2022, las remesas movieron 831.000 millones de dólares estadounidenses a nivel global, según cifras del Banco Mundial recogidas por la OIM, que puntualiza que los datos "no captan los flujos no registrados que tienen lugar por cauces formales e informales, por lo que es probable que la magnitud real de las remesas mundiales sea superior a las estimaciones disponibles".
En 2022, la India, México, China, Filipinas, Francia, Pakistán, Egipto y Bangladesh fueron, en este orden, los ocho principales países de destino de las remesas, aunque la India se situó bastante por encima del resto, con entradas superiores a 111.000 millones de dólares estadounidenses. Este país también es el primero que ha superado la barrera de los 100.000 millones de dólares en remesas entrantes. A la India le siguió a cierta distancia México (61.100 millones de dólares). La mayor parte de las entradas de Francia y Alemania, que aparecen en los puestos cinco y diez, respectivamente, no son transferencias de hogares, sino que "se refieren a salarios de trabajadores transfronterizos que trabajan en Suiza mientras residen en Francia o Alemania", según el informe.
Si echamos la vista atrás hasta el año 2015, comprobamos que el listado de los ocho mayores destinatarios de remesas presentaba algunas variaciones. La India ya figuraba entonces como el principal receptor de remesas y China y Filipinas ocupaban el segundo y tercer puesto, respectivamente.