Refresco, soda o gaseosa son algunos de los nombres más utilizados para denominar a las bebidas de agua carbonatada, endulzada y con saborizantes naturales o artificiales. En su mayoría contienen cafeína, colorantes y conservadores. América Latina se ha consolidado como el hogar de diferentes marcas de este tipo de productos, donde es todavía un mercado en
. Incluso la pandemia por la COVID-19 no logró frenar su crecimiento, con incrementos en torno 11% tanto durante el segundo trimestre de 2020 como de 2021. Y es que es normal encontrar en los hogares latinos refrescos en la mesa a la hora de la comida, ya sean de marcas internacionales como Coca-Cola y Pepsi o locales como Inca Kola (Perú), Guaraná Antarctica (Brasil) o Jarritos (México).
Coca-Cola FEMSA
América Latina representa aproximadamente el 10% de los
ingresos operativos netos de Coca-Cola a nivel mundial. La subsidiara de la multinacional americana con sede en Ciudad de México es, con diferencia, la firma líder de la industria refresquera en la región. En concreto, las
ventas de Coca-Cola FEMSA superaron los 2.500 millones de cajas de 24 bebidas gaseosas de 8 onzas cada una en 2020. De ellas, un 47% fueron vendidas en México y un 23% en Brasil, siendo los dos
mercados más importantes dentro de América Latina para la compañía.
The Coca-Cola Company sigue una estrategia expansiva en la región, ya que no únicamente utiliza publicidad directa y otros canales tradicionales de mercadotecnia, sino que también emplea elementos de diversificación, que pasan por la adquisición de empresas locales para su producción y distribución como AdeS (Argentina), Kola Inglesa (Perú), Guaraná Jesús (Brasil) y Fioravanti (Bolivia).
Por su parte, el principal competidor de Coca-Cola, PepsiCo es, está desarrollando una estrategia similar. Así lo evidencia, por ejemplo, la compra de Manzanita Sol, uno de los refrescos más populares en México. Sin embargo, el enfoque es más amplio y dirigido hacia los multisegmentos. Dos muestras de ello son, por una parte, la adquisición en la década de los 90 del mayor productor de galletas en México, Gamesa y, por otra, la de Quaker Oats en 2001.
El sector refrescos en México
El país azteca se ha convertido en uno de los grandes productores y embotelladores de sodas a nivel mundial. No en vano, una de las plantas más grandes de la región se encuentra en el Estado de México. En total, el
valor de producción de refrescos y otras bebidas no alcohólicas superó los 236.000 millones de pesos mexicanos en 2020, es decir, un crecimiento de cerca de un 37% con respecto a 2013. De hecho, el valor mensual de venta de este tipo de productos mexicanos rebasó los 20.000 millones de pesos en junio de 2021. La
industria refresquera también representó una fuente empleo para más de 53.700 personas dentro del territorio nacional.
El consumo de gaseosas en Brasil
El
valor de ventas de la industria de bebidas en Brasil también ha estado en constante crecimiento llegando a superar los 156.000 millones de reales brasileños en 2021. Por ello, no sorprende que el
gasto per cápita en refrescos haya aumento hasta los 201 reales en 2020 (casi 40 USD al tipo de cambio del 10 de marzo de 2022 de 1 USD por 5,01 BRL). El consumo es tan generalizado en Brasil que se estima que la
frecuencia de compra por persona se sitúa en torno a las 21 veces al año.
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