El sector bancario en España - Datos estadísticos
Tras las sucesivas crisis de las últimas décadas, ha quedado claro que un sistema bancario sano y fuerte es indispensable tanto en los buenos como en los malos tiempos. En los primeros, por ejemplo, impulsa el crecimiento económico a través de préstamos a las empresas, que ayudan a estas a continuar o ampliar su actividad y, con ello, potencialmente a crear más empleo. Por otro lado, como se vio en 2007-2008, los bancos inestables pueden perjudicar a la economía y al sistema financiero. En este sentido, la experiencia acumulada y las estrictas regulaciones aplicadas en los países de la Unión Europea tras la gran recesión financiera ayudaron al sistema bancario a hacer frente al impacto económico de la COVID-19. Ahora bien, a pesar de estar mejor preparados, en 2020 los bancos españoles registraron importantes pérdidas respecto al año previo que condujeron a una profunda reestructuración durante 2021.
Una perspectiva positiva
La mayoría de los indicadores revelan una evolución saludable del sector. Así, por ejemplo, la relación entre el capital y los activos mostró una tendencia estable en los últimos años, situándose en una horquilla comprendida entre el 5 y el 6%. Asimismo, la cartera de préstamos siguió mejorando (la ratio de préstamos dudosos se situó en el 3% en 2022, aproximadamente la midad con respecto a la registrada en 2015). Además, el sistema bancario de España ha mejorado tanto la rentabilidad de los fondos propios (ROE) como del retorno de activos (ROA).
Un sector en plena reestructuración
Los recientes cambios no se refieren únicamente a la regulación, sino también a su tamaño. Para reducir los gastos de funcionamiento de la banca, la mayoría de las entidades de crédito han adoptado medidas como la reducción de personal y el cierre de sucursales. En la toma de estas decisiones, los hábitos de unos usuarios cada vez más afines a la banca online han tenido un peso decisivo. Sólo desde 2010, el número de oficinas bancarias en España ha disminuido casi un 60%. En este sentido, tras la fusión de CaixaBank con Bankia y Liberbank con Unicaja en 2021, parecía haberse alcanzado una cierta estabilidad, pero el anuncio de una opa hostil por parte de BBVA sobre Banco Sabadell en marzo de 2024 ha hecho temblar nuevamente los cimientos del sistema, ya que podría llegar a rozarse un situación de oligopolio si el proceso llega a buen puerto.
Una perspectiva positiva
La mayoría de los indicadores revelan una evolución saludable del sector. Así, por ejemplo, la relación entre el capital y los activos mostró una tendencia estable en los últimos años, situándose en una horquilla comprendida entre el 5 y el 6%. Asimismo, la cartera de préstamos siguió mejorando (la ratio de préstamos dudosos se situó en el 3% en 2022, aproximadamente la midad con respecto a la registrada en 2015). Además, el sistema bancario de España ha mejorado tanto la rentabilidad de los fondos propios (ROE) como del retorno de activos (ROA).
Un sector en plena reestructuración
Los recientes cambios no se refieren únicamente a la regulación, sino también a su tamaño. Para reducir los gastos de funcionamiento de la banca, la mayoría de las entidades de crédito han adoptado medidas como la reducción de personal y el cierre de sucursales. En la toma de estas decisiones, los hábitos de unos usuarios cada vez más afines a la banca online han tenido un peso decisivo. Sólo desde 2010, el número de oficinas bancarias en España ha disminuido casi un 60%. En este sentido, tras la fusión de CaixaBank con Bankia y Liberbank con Unicaja en 2021, parecía haberse alcanzado una cierta estabilidad, pero el anuncio de una opa hostil por parte de BBVA sobre Banco Sabadell en marzo de 2024 ha hecho temblar nuevamente los cimientos del sistema, ya que podría llegar a rozarse un situación de oligopolio si el proceso llega a buen puerto.
