La llegada tardía de los primeros grandes éxitos internacionales de las deportistas españolas no es sino el reflejo de una sociedad en la que el deporte tardó mucho en formar parte de la vida de la mayoría de las mujeres. Por suerte, actualmente existen en España casi 900.000 licencias de niñas y mujeres federadas en las más diversas especialidades deportivas. Entre las federaciones con más licencias destaca la de baloncesto, por delante de la de golf y la de montaña y escalada. El fútbol, con más de 65.000 licencias, ocupa el cuarto lugar por delante del voleibol. Aun así, sigue habiendo muchas más licencias masculinas, una brecha de género que se agudiza en la edad adulta y se evidencia también en el número de entrenadoras y de representantes en altos cargos federativos. No obstante, la mayoría de federaciones olímpicas trabajan desde hace años por la igualdad de género.
El deporte también es muy relevante en el sistema educativo, así como en el mundo laboral en general. La presencia de la mujer española en enseñanzas deportivas y en empleos vinculados al deporte es cada vez más alta, aunque aún está lejos de igualarse a la del hombre. En el ámbito universitario las mujeres representan el 19% del alumnado matriculado en enseñanzas deportivas, un porcentaje que se queda en el 13% en el caso de las enseñanzas no universitarias, donde las mujeres suponen el 15,5% del profesorado. En términos globales, sin embargo, las españolas ocupan más del 40% de los empleos vinculados al deporte en el país. En terrenos tradicionalmente masculinos como el periodismo deportivo o el arbitraje de máximo nivel, se ve cómo cada vez más mujeres consiguen hacerse un hueco.
En los últimos años, el esfuerzo del deporte femenino español en su conjunto se ha visto recompensado con un merecido aumento de la cobertura realizada por los medios de comunicación, en general, y la televisión, en particular. La proliferación de televisiones privadas y canales temáticos, junto con el aumento de aficionados atraídos por los grandes logros de las deportistas, se ha traducido en audiencias millonarias. Sin ir más lejos, la final del Eurobasket de 2019 consiguió una cuota de pantalla del 15,5%. Casi dos millones de telespectadores vieron de media a la selección española imponerse a la de Francia, la audiencia más alta de un evento deportivo femenino no olímpico. Después de todo, el deporte femenino con más licencias es también el más retransmitido por televisión, por delante del fútbol y el balonmano.