Desde entonces, el deporte femenino español no ha faltado nunca a su cita con el podio en los Juegos Olímpicos de Verano. Es más, tanto en Londres 2012 como en Río 2016, las mujeres superaron en el medallero a sus compañeros varones. Figuras como la halterófila Lydia Valentín o la nadadora Mireia Belmonte, máxima medallista olímpica empatada a cuatro con la tenista Arantxa Sánchez Vicario y la nadadora de sincronizada Andrea Fuentes, son claros exponentes de una generación de oro.
Desde entonces, el deporte femenino español no ha faltado nunca a su cita con el podio en los Juegos Olímpicos de Verano. Es más, tanto en Londres 2012 como en Río 2016, las mujeres superaron en el medallero a sus compañeros varones. Figuras como la halterófila Lydia Valentín o la nadadora Mireia Belmonte, máxima medallista olímpica empatada a cuatro con la tenista Arantxa Sánchez Vicario y la nadadora de sincronizada Andrea Fuentes, son claros exponentes de una generación de oro.