Los Juegos Olímpicos de París 2024 - Datos estadísticos
Novedades de la Olimpiadas de París
Los Juegos Olímpicos de Verano de 2024 cuentan con 32 deportes; tres de ellos — escalada, skateboarding y surf— se consolidan tras su estreno en Tokio, mientras que el breaking o break dance se agrega por primera vez para esta edición. Eso sí, el kárate, el béisbol y el sóftbol, tres de las incorporaciones más celebradas durante la cita de 2021, no harán acto de presencia en la capital francesa. ¿La explicación? Según el Comité Olímpico Internacional (COI), se trata de un intento por acercar el evento a los espectadores más jóvenes; decisión que no ha estado exenta de polémica sobre todo en el caso del arte marcial, ya que son muchos los que consideran su exclusión como un freno a su avance. Pero las Olimpiadas de París traen todavía más novedades. Y es que los atletas compiten en cerca de 330 eventos de medallas, diez menos que en la cita anterior. Esta reducción, no obstante, no ha impedido la incorporación de nuevas disciplinas como el eslalon extremo dentro del piragüismo o las categorías de IQFoil (windsurf) y fórmula kite —comúnmente conocida como Kite Surf— dentro de la vela. Además, se añaden tres nuevas pruebas mixtas, lo que eleva la cifra a 20. Todos estos eventos se realizan en 41 sedes, repartidas en su mayoría dentro de los límites del país centroeuropeo e incluyen ciudades como Burdeos, Nantes, Lyon, Marsella y Lille. Ahora bien, cabe destacar que una de las sedes se sitúa a nada menos que 15.000 kilómetros de París. Es el territorio galo de Tahití; una isla del Pacífico conocida por la legendaria ola de Teahupoo, donde tendrá lugar la competición de surf.En cuanto a las delegaciones involucradas, aproximadamente 200 países luchan por una posición en el podio en los Juegos Olímpicos de Verano desde 2000, entre los que, a partir de Río 2016, se incluye el equipo de refugiados. De ellos, solo cinco —Grecia, Australia, Francia, Gran Bretaña y Suiza— han participado en cada edición desde que se celebraron por primera vez en Atenas en 1896. Por su parte, más de 10.000 atletas compiten en París 2024, de los cuales un total de 5.250 son mujeres. ¿Qué tiene de importante esta cifra? Por un lado, es la mayor representación femenina hasta la fecha. Por otro, y sin duda lo más relevante y lo que ha hecho que esta cita olímpica entre en los libros de historia, coincide con la cantidad de hombres que luchan por alguno de los metales, lográndose algo que hasta ahora había sido una mera utopía: la completa paridad de género.
El coste de los Juegos Olímpicos y la posición de la población
Si se habla del aspecto económico, un evento de tal envergadura trae consigo una importante creación de empleo, lo que siempre es positivo para cualquier nación, pero al mismo tiempo supone un gran desembolso de dinero. De hecho, de acuerdo con las estimaciones más recientes, los costes finales de los Juegos Olímpicos de París 2024 —incluyendo los derivados de la construcción y la renovación de recintos— sobrepasaron los 8.000 millones de dólares estadounidenses. La pregunta que se plantea es: ¿quién se hace cargo de estos? Por supuesto, el COI contribuye parcialmente, aunque su aportación no siempre es la misma. En esta ocasión, la financiación recibida directamente de esta organización olímpica, que engloba también el Programa TOP, se aproximó a los 1.700 millones de dólares; unos 50 millones menos que en el caso de la edición de Tokio de hace tres años. El resto procede de patrocinadores locales, de la concesión de licencias y de los concursos públicos, entre otros.Para los franceses, si bien se trata del evento deportivo más esperado de la temporada, superando incluso a la Eurocopa de fútbol, y en torno al 60% de ellos muestra intención de seguir al menos parcialmente su desarrollo, existen ciertos elementos relacionadas con los Juegos Olímpicos sobre los que no las tienen todas consigo. Según un sondeo realizado en enero de 2024, el 65% de la población gala está altamente preocupada por la seguridad durante la celebración de la cita olímpica. Esto no sorprende si se consideran, por un lado, los conflictos armados activos tanto en el propio continente como en Oriente Medio y, por otro, las noticias sobre las dificultades para contratar agentes y las amenazas de posibles atentados que llenaron durante meses los medios nacionales. Del mismo modo, el llamamiento del ministro de transporte Patrice Vergriete a teletrabajar y descansar más durante las Olimpiadas, así como la evolución anunciada de los precios de autobuses, metros y similares han contribuido a aumentar los temores sobre su correcto funcionamiento. Es más, casi el 75% de los franceses expresaron su intranquilidad sobre el transporte y no son pocos los que se han planteado incluso abandonar la capital hasta que concluya la competición.