Desde México hasta Chile, pasando por Argentina, son muchos los países de América Latina que han sido testigos de la consolidación del feminismo como unos de los principales movimientos sociales de la región. A través de diversas manifestaciones en contra de la
, impulsadas por consignas como “Ni Una Menos” o el uso del pañuelo verde como símbolos de lucha a favor del aborto legal, las mujeres latinoamericanas han llevado a la agenda pública la discusión en torno a las endémicas
Según el
Índice Global de la Brecha de Género del Foro Económico Mundial, América Latina y el Caribe necesitan 53 años para cerrar las brechas de género. Aunque ha habido avances significativos en áreas como el nivel educativo femenino (que ha alcanzado cifras cercanas a la paridad) y la
expansión de la despenalización del aborto en países como Colombia o México, los desafíos para lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres aún persisten.
Desigualdades económicas en el mercado de trabajo
En la actualidad, las desigualdades económicas y el acceso al
trabajo registrado representan dos de los retos más grandes para los gobiernos latinoamericanos. A diferencia de Europa, donde la tasa de actividad económica de población femenina es cercana al 80%, América Latina aún presenta una cifra cercana al 65% en el índice de participación económica de las mujeres. Esto revela que, si bien ha habido pasos hacia adelante en la integración de las mujeres al mercado de trabajo, fenómenos como
la brecha salarial continúan siendo un obstáculo a los que las féminas se enfrentan. En este sentido, Guatemala y
México destacan por ser los países que registran mayores divergencias en los salarios, con un promedio de un 50% de paridad alcanzado. No obstante, las remuneraciones no son el único factor que afecta la igualdad de oportunidades. El
tiempo dedicado a las tareas de cuidado y el exceso de la informalidad laboral, especialmente en actividades como el trabajo doméstico, impactan de manera directa en los ingresos, la feminización de la pobreza y la
falta de independencia económica de las mujeres.
La violencia contra la mujer en números rojos
Pero además de las brechas económicas, la violencia de género, que se cobra decenas de víctimas anualmente en el mundo, se mantiene como una constante en Latinoamérica. Sólo en 2022, se registraron al menos 4.050 feminicidios en la región. Si bien se han endurecido las leyes en cuanto a la criminalización de este tipo de violencia, la tendencia indica que las cifras están lejos de mejorar. En 2023, por ejemplo, el Observatorio Nacional de Violencia de Género en Argentina reportó un total de
308 feminicidios, lo que supone un crecimiento cercano al 25% comparado con el año anterior. Cabe destacar, además, que algunos países como
Colombia aún muestran una diferencia notable entre los homicidios contabilizados por los organismos institucionales nacionales y otras organizaciones de mujeres.
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