La desinformación, entendida como la difusión deliberada de información engañosa, sesgada o manipulada, se ha convertido en un desafío cotidiano en América Latina, según el estudio "Fake news - Desinformación en Chile y LatAm", de las empresas de estudios de mercado Activa y Worldwide Independent Network of Market Reseach.
La encuesta, además, arrojó luz sobre las percepciones de la población respecto a quiénes son considerados responsables de la propagación de desinformación. La televisión encabeza la lista de responsables de difundir desinformación según el 79% de los encuestados. Los noticieros locales también son señalados, por el 75%, como responsables de la propagación de información engañosa. Por otro lado, el 74% de los encuestados identifica a los periodistas como responsables de la diseminación de información manipulada.
Tanto los políticos como el Gobierno reciben un 72% de consideración como responsables de la desinformación. El estudio Edelman Trust Barometer de 2023, que muestra los resultados de cuatro países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Colombia y México), revela un panorama donde la desconfianza política es palpable: sólo el 26% de los encuestados en toda la región confía en los líderes gubernamentales.