Según se detalla en un nuevo informe de UNICEF, entre 2016 y 2021 se estima que se produjeron 43,1 millones de desplazamientos infantiles relacionados con catástrofes meteorológicas.
Como muestra nuestro gráfico, el mayor número de niños y niñas afectados durante este periodo, en término absolutos, se registró en Filipinas. De los 9,7 millones de desplazamientos infantiles debidos a fenómenos meteorológicos registrados en el país, se estima que 8,3 millones se debieron a tormentas. A escala global, las tormentas también resultaron ser la principal causa de este tipo de desplazamientos, provocando un total de 21,2 millones en el periodo de seis años.
Se calcula que India es el segundo país más afectado, con 6,7 millones de desplazamientos infantiles de 2016 a 2021. Allí, las inundaciones fueron la principal causa de desplazamiento infantil (3,9 millones), seguidas de las tormentas (2,8 millones). China se encuentra en el tercer lugar de la lista, con 6,4 millones de desplazamientos de niños y niñas en total, provocados principalmente por inundaciones y tormentas, que ocasionaron alrededor de 3,7 millones y 2,6 millones de desplazamientos, respectivamente.
Según el análisis, China y Filipinas se encuentran entre los países donde se registraron las cifras absolutas más elevadas de desplazamientos infantiles, debido a su exposición a fenómenos meteorológicos extremos, al gran tamaño de su población infantil y a los progresos realizados en materia de alerta temprana y capacidad de evacuación. Además, el informe señala: “Aunque Filipinas, India y China corren un alto riesgo de sufrir catástrofes meteorológicas —y puede que esto ocurra cada vez con más frecuencia, a medida que se intensifiquen los efectos del cambio climático— los tres países realizan evacuaciones preventivas en tiempos de catástrofe, que, si se gestionan adecuadamente, pueden ser eficaces para salvar vidas y mitigar los daños causados por los desplazamientos”.
Además de los riesgos evidentes que corren los niños en estas situaciones, al poder quedar separados de sus cuidadores y expuestos a la explotación y el abuso, la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, destacó el trauma psicológico inherente que pueden causar: “Para cualquier niño o niña es aterrador cuando un feroz incendio forestal, una tormenta o una inundación se abaten sobre su comunidad". Además, añadió: “Para los que se ven obligados a huir, el miedo y las consecuencias pueden ser especialmente devastadores, ya que están preocupados de si podrán volver a casa y retomar la escuela o se verán obligados a trasladarse de nuevo. El traslado puede haberles salvado la vida, pero también es muy perturbador”.