- Climatológicos (sequías, incendios y desbordamiento de lagos glaciales, etc.)
- Geofísicos (terremotos, movimientos secos de masas, actividad volcánica, etc.)
- Hídricos (inundaciones, desprendimientos, acción de las olas, etc.)
- Meteorológicos (tormenta, temperaturas extremas, niebla, etc.)
Si se atiende a esta clasificación y a los últimos datos de incidentes registrados, China es el país en el que mayor número de desastres geofísicos, hídricos y meteorológicos acontecen y Estados Unidos en el que más fenómenos climatológicos se producen. Asimismo, el desastre más traumático en 2018, en cuanto a víctimas mortales, tuvo lugar en Indonesia en forma de terremoto. Más de 4.300 personas perdieron la vida a causa de ese movimiento sísmico.
Además de las pérdidas humanas, no hay que ignorar tampoco los importantes daños económicos que las catástrofes naturales acarrean. En 2018, las catástrofes naturales ocurridas en Estados Unidos son las que más daños dejaron tras de sí, seguidas del TIfón Jebi, que asoló Rusia, Japón y Taiwán, con unas pérdidas por valor de 12.500 millones de dólares.