El primer paso para poder controlar este tipo de incidentes es, sin duda, conocerlos. Para ello, los expertos han agrupado los desastres naturales de la forma siguiente:
- Climatológicos (sequías, incendios, desbordamiento de lagos glaciales, etc.)
- Geofísicos (terremotos, movimientos secos de masas, actividad volcánica, etc.)
- Hídricos (inundaciones, desprendimientos, acción de las olas, etc.)
- Meteorológicos (tormenta, temperaturas extremas, niebla, etc.)
Geografía de los desastres naturales
Si se atiende a esta clasificación y a los últimos datos de incidentes registrados, Indonesia es el país en el que mayor número de desastres naturales tuvieron lugar en 2020, seguido de EE.UU. Este esquema se repite asimismo a escala regional, siendo Asia el continente globalmente más afectado por catástrofes de esta índole, seguido de América.
En cuanto al análisis por número de fallecimientos, Asia se sitúa en el segundo puesto de la lista, con un 40% del total de las víctimas mortales, solo precedida de Europa, con un 42%. La extrema ola de calor que azotó el Viejo Continente en 2020 ha contribuido, sin duda, a que este ocupe la primera posición del desgraciado ranking, ya que causó más de 2.500 muertes solo en el Reino Unido.
Pérdidas materiales
Además de las pérdidas humanas, no hay que ignorar tampoco los importantes daños económicos que las catástrofes naturales acarrean. En 2020, China fue el país que mayores daños originados por catástrofes naturales reportó. Las inundaciones sufridas por el país entre mayo y agosto de 2020 dejaron tras de sí unos costes por un importe superior a los 21.800 millones de dólares estadounidenses. Este valor representa alrededor del 10% del total de las pérdidas materiales ocasionadas por catástrofes naturales a nivel mundial.