Decenas de personas siguen desaparecidas una semana después de que el huracán Otis tocara tierra en el popular destino turístico mexicano de Acapulco. La rápida transformación de Otis, que pasó de ser una tormenta tropical a un huracán de categoría 5 en tan sólo 12 horas, tomó por sorpresa tanto a los meteorólogos como a los habitantes de la ciudad.
Los altos niveles de humedad y aire cálido de la región crean condiciones ideales para la formación de huracanes, cuya temporada normalmente se extiende desde principios de junio hasta finales de noviembre. Sin embargo, los científicos sostienen que esta rápida intensificación constituye un síntoma de la crisis climática provocada por la actividad humana, un fenómeno que se torna cada vez más frecuente.
Según el INFORM Risk Index 2024 desarrollado por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, la República Dominicana ostenta la máxima puntuación de 10, convirtiéndola en el país más expuesto a los ciclones tropicales en el continente americano.
En segundo lugar se sitúa Haití con 8,9 puntos, seguido de cerca por San Cristóbal y Nieves con 8,6. Antigua y Barbuda, ubicada geográficamente al este de ambas islas, obtuvo una puntuación de 8,2, igualando el puntaje de Jamaica. A nivel continental, Estados Unidos y México fueron los países más expuestos a estas tormentas, con puntuaciones de 7,7 y 7,1, respectivamente.