En la última década, el uso de la tecnología de reconocimiento facial se ha extendido por todo el mundo. La difusión generalizada de esta tecnología plantea importantes cuestiones sobre sus efectos en la privacidad y muchos gobiernos nacionales y sus ciudadanos se encuentran en medio de un debate mundial sobre la ética y la legalidad de la vigilancia masiva. Aún y así, en la actualidad hay 109 países que utilizan o han aprobado el uso de la tecnología de reconocimiento facial como método de vigilancia, según datos de Surfshark.
Tal y como muestra la siguiente infografía de Statista, el nivel de adopción de la tecnología de reconocimiento facial en Europa es bastante elevado. Ésta se utiliza actualmente o se ha aprobado para su uso en 32 países europeos. España, Francia o Alemania son algunos de los países en los cuales esta tecnología está en uso. La mayoría de estos sistemas de cámaras se utilizan en puntos neurálgicos como estaciones de ferrocarril y aeropuertos y están destinados a garantizar la seguridad del Estado. En Bélgica, por el contrario, el uso público de esta tecnología es ilegal en la actualidad.