La mayoría de países europeos están relajando desde hace semanas las medidas de confinamiento impuestas por la pandemia del coronavirus. Estas, que en países duramente golpeados por la epidemia como España, Italia o Francia, están siendo especialmente estrictas, implican que la mayoría de la población se quede en sus casas, minimizando el contacto social y evitando así la propagación del virus. En este contexto de confinamiento de la población en sus casas se ha puesto de relieve la importancia que tiene la vivienda, pues no es lo mismo el confinamiento en un piso, que en una casa, ya sea adosada o unifamiliar.
En España, la búsqueda de vivienda con jardín o balcón se ha incrementado un 40% desde que empezó el confinamiento. Y es que este país es el segundo de la Unión Europea, por detrás de Letonia, donde más población reside en pisos, según datos referentes a 2018 de Eurostat. Mientras que el 46% de la población de la Unión Europa (ya sin Reino Unido) vive en pisos, en España la cifra asciende a casi un 65%. En Italia, otro de los países europeos donde el confinamiento está siendo más largo y estricto, prácticamente el 53% de la población vive también en pisos. En el extremo contrario se sitúa Irlanda, donde poco más del 7% de la población reside en este tipo de vivienda.