En 2019, solo el 4,8% de la población activa de España afirmaba trabajar habitualmente desde el hogar. Sin embargo, la crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto que un porcentaje bastante más elevado de españoles pueden adoptar esta modalidad de trabajo. De hecho, el gobierno español aprobará hoy la ley que regula el teletrabajo en el país. En términos generales, el trabajo a distancia se considerará regular si alcanza como mínimo el 30% de la jornada, será voluntario y reversible y la empresa asumirá los posibles costes derivados del mismo.
En el artículo analítico "El teletrabajo en casa", publicado por el Banco de España, sus investigadores calculan que el 30% de los ocupados podría teletrabajar, al menos ocasionalmente, en España. Así mismo, el análisis refleja que más del 50% de los empleos de los grupos de ocupaciones cualificadas (directores y gerentes y técnicos y profesionales científicos, intelectuales y de apoyo), podrían realizarse mediante teletrabajo.
El porcentaje de empleos que pueden llevarse a cabo desde casa es inferior al 10% en los sectores agrícola, ganadero, forestal y pesquero, así como en ocupaciones elementales. Actividades englobadas en industrias manufactureras, así como en la construcción y artesanía, son prácticamente imposibles de realizar en casa.