Facturación de las principales empresas de K-pop en Corea del Sur en 2023

El mundo del K-pop está dominado por cuatro grandes empresas: SM, YG, JYP y HYBE, anteriormente conocido como Big Hit. Esta última puede presumir no solo de tener entre sus filas al grupo idol de mayor éxito internacional hasta la fecha, Bangtan Boys o BTS, sino también de haber sido la que más ha facturado en 2023. En concreto, las ventas generadas por sus artistas le reportaron unos ingresos de aproximadamente 2.200 millones de wones durante el año referido. Una cifra que no sorprende si se tiene en cuenta que BTS ha vendido desde su debut en 2013, solo en Corea del Sur y Japón, cerca de 45 millones de copias y en 2022 logró colar su último álbum entre los discos más vendidos del mundo.

YouTube: el máximo aliado del K-pop

YouTube se ha convertido en pieza clave en la expansión de la música pop surcoreana a nivel mundial. Ante la barrera del idioma, son las técnicas de filmación de sus vídeos musicales, muy diferentes a las empleadas en la industria musical occidental, las que han logrado atraer en masa al público de todas las edades y, en especial, al adolescente. Cada nuevo videoclip de BTS o de Blackpink, probablemente los dos grupos idol de mayor popularidad en la actualidad, recibe millones de visitas al día en la plataforma de vídeo en abierto. Es más, algunos de ellos han logrado batir récords, como en el caso de Butter, de BTS. Tras su lanzamiento en mayo de 2021, se convirtió en el mejor estreno de la historia de la plataforma al registrar algo más de 108 millones de visualizaciones en un solo día. Curiosamente, hasta entonces ese título lo poseía Dynamite, otro sencillo del grupo masculino, que se lo había arrebatado al sencillo de Blackpink How You Like That. Por todo ello, ya no extraña ver alguna de sus canciones entre los vídeos musicales más vistos de YouTube año tras año.

El boom de la cultura asiática en los medios de comunicación

La música no es la única industria mediática influenciada por la cultura asiática. Mucho antes de la explosión del K-Pop, la animación japonesa había logrado hacerse un hueco en el mundo occidental gracias al éxito de títulos como One Piece o Dragon Ball, tanto en su versión manga como en su adaptación televisiva. Así lo evidencia el número de contratos que la industria nipona firma anualmente con países como Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido para la emisión de su contenido en los diferentes mercados nacionales. Por otra parte, Corea del Sur ha entrado con fuerza en los últimos años en el cine mundial, sobre todo tras la proclamación de Parásitos como mejor película en los Oscar 2020. Y es que el largometraje de Bon Joon-ho se convirtió así en el primer film de habla no inglesa que ganaba en dicha categoría.