La cultura asiática en los medios de comunicación - Datos estadísticos
La animación japonesa: un elemento clave
El anime japonés es uno de los sectores de mayor popularidad, como deja constancia el gran número de contratos que la industria nipona firma anualmente con países como Estados Unidos, Francia o Canadá para la emisión de su contenido en los diferentes mercados nacionales. De hecho, la comercialización en el extranjero del anime se ha convertido en el principal generador de ingresosde la industria de la animación japonesa. Entre otras cosas, ha sido así gracias a la buena acogida de series como Naruto o Bola de Dragón.Muy unidos a las series de anime se encuentran los cómics y las revistas de manga. Y es que, no son pocos los casos en los que las historias de la ficción televisiva se continúan en papel una vez finalizada su emisión. Del mismo modo, muchas de los programas que hoy siguen en antena empezaron siendo un conjunto de ilustraciones y bocadillos en quioscos y librerías. Es el caso, por ejemplo, de Once Piece, que se ha convertido ya en el manga más vendido de la historia. Pero si algo ayuda a entender mejor el creciente auge del manga es la proliferación a nivel mundial de eventos como el Salón del Manga de Barcelona, con una afluencia que aumenta año tras año.
Corea del Sur sigue ganando peso
Dentro del cine asiático hay que destacar especialmente dos industrias. Por un lado, Bollywood ha ido ganando peso a nivel mundial gracias a grandes producciones que nada tienen que envidiar a los éxitos hollywoodienses, pese a estar todavía algo lejos de estos en lo que respecta a la recaudación. Por otro, Corea del Sur ha entrado con fuerza en los últimos años, sobre todo tras lograr que una de sus películas se convirtiera en el primer largometraje de habla no inglesa en hacerse con el Óscar a mejor película en 2020.Ahora bien, la reciente explosión en Youtube de Bangtan Boys, más conocidos como BTS, y seguidamente de BlackPink deja claro que la música asiática, y en concreto el K-pop, también ha llegado para quedarse, sin importar las limitaciones lingüísticas. Gracias a las técnicas de filmación de sus videoclips, muy diferentes a las empleadas en la industria musical occidental, han logrado atraer en masa al público más exigente: el adolescente. No sorprende, así, que no pasara mucho tiempo antes de que traspasaran las pantallas de los ordenadores para subirse a los escenarios de entregas de premios y reconocidos festivales. Del mismo modo, tampoco llama la atención que el último lanzamiento de BTS se haya convertido en el álbum más vendido del mundo en 2020.