Inteligencia artificial (IA) es un término acuñado por el profesor de Stanford John McCarthy en 1956, para denominar a la disciplina informática que trata de crear sistemas capaces de aprender y razonar como un ser humano. Tradicionalmente ha sido objeto de muchas películas de ciencia ficción, pero su presencia ya no se limita a las pantallas de cine, sino que actualmente forma parte del día a día de las personas. Gracias a ella, las máquinas pueden realizar diversas tareas "humanas", desde conducir automóviles hasta proporcionar todo tipo de
. De hecho, la IA y los
y se prevé que su uso se extienda a casi todas todas las áreas de la vida cotidiana durante los próximos años.
A día de hoy, existen cuatro tipos de inteligencia artificial :
- Máquinas reactivas: no tienen la capacidad de formar recuerdos ni de utilizar experiencias pasadas para tomar decisiones presentes o futuras.
- Memoria limitada: las máquinas que utilizan esta modalidad sí son capaces de mirar al pasado, aunque de forma limitada. Es decir, pueden almacenar la información que recogen durante cierto tiempo y añadirla a su programación para crear nuevos patrones de comportamiento.
- Teoría de la mente: en este punto se encuentran aquellos sistemas que entienden cómo funcionan las personas, objetos o el entorno que los rodea. Son capaces de aprender de nuestros comportamientos y, en base a ellos, deducir nuestros gustos, necesidades, deseos, etc.
- Autoconciencia: en este estadio, la inteligencia artificial tiene conciencia de sí misma y se reconoce como un ente independiente, capaz de tomar decisiones propias.
Impacto económico de la inteligencia artificial
Las aplicaciones de la IA parecen ilimitadas, un motivo que torna a este campo de la informática en algo sumamente prometedor. Así, por ejemplo, se prevé un impacto muy positivo de estas tecnologías en
el producto interior bruto a nivel mundial, siendo el continente asiático el más beneficiado. Ante tales alentadoras previsiones, no es de extrañar que el número de patentes de inteligencia artificial no cese de crecer anualmente. Un patrón similar es el registrado por el
interés de los inversores en las startups de IA, cuya
financiación se sextuplicó entre 2015 y 2020.
Principales segmentos financiados
El aprendizaje automático, un tipo de IA que permite a las computadoras aprender sin ayuda humana, es uno de los segmentos estrella. Según los últimos datos registrados, hasta mediados de junio de 2019 la
inversión en aprendizaje automático ascendía a más de 45.000 millones de dólares estadounidenses entre aplicaciones y plataformas relacionadas. Por otra parte, muchas empresas de nueva creación también han apostado por el
mercado de procesamiento del lenguaje natural, que facilita la interacción entre humanos y máquinas a través de funciones tales como el reconocimiento de voz o la predicción de palabras y textos. El volumen de capital invertido en este caso superaba los 8.000 millones de dólares a mediados de junio de 2019, y se espera que genere unos ingresos superiores a los 17.000 millones de dólares en 2021.
Este texto proporciona información general. Statista no se hace
responsable de la veracidad o exactitud del contenido. Nuestros
ciclos de actualización varían, de modo que las estadísticas
pueden contener información más actual que la recogida en el texto.