En Gran Bretaña el debate sobre Brexit se ha centrado en gran parte en la voluntad de una parte importante de la población de limitar la emigración proveniente de la UE, a pesar de que, como indica este gráfico, es el país que más podría perder si el espacio Schenge llega a su fin.
Desde la firma del Acuerdo Schengen en 1985, las fronteras interiores entre los países que conforman este área (que no coinciden exactamente con los de la UE) dejaron de existir. Si la UE diese marcha atrás y decidiera reintroducir los controles fronterizos, todos saldríamos perdiendo, como indica este gráfico con datos de un estudio de la fundación Bertelsmann, pero los británicos más que el resto.
Este gráfico ha aparecido ayer publicado en este artículo de El Economista.
¿Qué país depende más de Schengen?
Descripción
En este gráfico se pueden ver las pérdidas económicas que supondría el reestablecimiento de controles fronterizos en el espacio Schengen.
