Las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) alcanzaron un nuevo máximo en 2023, tras un aumento del 1,3% respecto a 2022. Esto se desprende de los datos del Informe sobre la Brecha de Emisiones 2024 del PNUMA, publicado ayer.
El año pasado, las emisiones totales de GEI alcanzaron las 57,1 gigatoneladas de CO₂ equivalente. En 2023, el sector energético fue el que más contribuyó a las emisiones, con 15,1 GtCO₂e, seguido del transporte (8,4 GtCO₂e), la agricultura (6,5 GtCO₂e) y la industria (6,5 GtCO₂e). Dentro del transporte, la subcategoría de vehículos de carretera fue la que más emisiones produjo (11%), mientras que la aviación y otros modos de transporte representaron cada uno el 2%. La agricultura también fue responsable del 11% de las emisiones mundiales, el 6% de las cuales se atribuyó a la ganadería y el 5% a la quema de biomasa, suelos y arroz.
Según el informe, las emisiones de la aviación internacional registraron el mayor crecimiento entre 2022 y 2023, con un 19,5%. Esto se debe a que las emisiones del sector se desplomaron inicialmente tras las interrupciones del transporte aéreo durante la pandemia de coronavirus, antes de repuntar una vez levantadas las restricciones. Los otros sectores que crecieron rápidamente en 2023 fueron las emisiones procedentes de la producción de combustibles (infraestructuras de petróleo y gas, minas de carbón), así como el transporte por carretera y las emisiones de la industria relacionada con la energía.