El ferrocarril de alta velocidad está creciendo en todo el mundo, con muchos nuevos proyectos actualmente en fase de construcción y planificación. Aunque este tipo de transporte ferroviario de larga distancia ha tenido más éxito en Europa y Asia, también está progresando en Medio Oriente y América. Grandes países como Canadá, Australia, Rusia o Brasil están aún en fase de planificación a largo plazo de la introducción de trenes más rápidos. El ejemplo de China, con sus 40.000 kilómetros de vías de alta velocidad demuestra que este tipo de tren también es posible a gran escala.
Estados Unidos es actualmente el único país de América que dispone de trenes rápidos que pueden circular a velocidades superiores a 200 km/h. Se espera que este año entren en servicio nuevas formaciones de trenes para la ruta del tren Acela, que dotarían por fin a EE. UU. de un verdadero ferrocarril de alta velocidad al viajar ligeramente por encima de los 250 km/h. Aún está lejos de los trenes más rápidos del mundo, en funcionamiento en países como China, Francia, Alemania y Japón, que pueden alcanzar velocidades en torno a los 320 km/h o incluso 460 km/h. México también planea una línea ferroviaria de alta velocidad con velocidades de hasta 300 km/h y una longitud de 210 kilómetros desde Ciudad de México hasta el estado de Querétaro.