La violencia en Haití se cobró la vida de al menos 846 personas en los tres primeros meses de 2023, según un informe publicado por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. Los brotes han aumentado en frecuencia e intensidad en el área metropolitana de Puerto Príncipe, y las bandas armadas se han extendido a zonas anteriormente consideradas seguras, como Kenscoff y Pétion-Ville.
En el mismo trimestre, se estima que 13.490 personas huyeron de sus hogares debido a la violencia y a la situación socioeconómica. Varias escuelas y centros de salud han tenido que cerrar en Puerto Príncipe, mientras que la escalada ha provocado una restricción de la circulación, impidiendo el acceso a los servicios básicos, incluidos los alimentos y el agua.
El país se enfrenta a un periodo especialmente intenso de crisis política y social desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. Tras su muerte, el consiguiente vacío de poder ha sido ocupado por bandas rivales, mientras que el sucesor de Moïse, el primer ministro Ariel Henry, ha sido duramente cuestionado como jefe de gobierno.
Tanto el Primer Ministro Henry como el Alto Comisionado de la ONU, Volker Türk, han hecho un llamado a la comunidad internacional para que despliegue una "fuerza de apoyo especializada" para ayudar a las autoridades del país. Sin embargo, miles de personas se manifestaron contra el gobierno y su pedido de ayuda internacional basándose en experiencias pasadas de fuerzas extranjeras en el país.