Según los datos recogidos por la Global Consumer Survey de Statista, el 28% de los japoneses y el 16% de los neerlandeses encuestados manifestaron tener acceso a internet en casa a través de la conexión inalámbrica de un vecino (o de su arrendador).
Entre los países latinoamericanos analizados, quienes más recurren a esta práctica son los mexicanos. Ya sea tocando a la puerta de los vecinos y pidiéndoles amablemente su contraseña o usando su red sin que lo sepan, el 14% de los encuestados en México admitió utilizar la conexión wifi de su vecino.
Mientras tanto, en Argentina, un 10% de los encuestados dijo acceder a una red inalámbrica cercana para disfrutar de internet en su domicilio, frente al 9% en Chile y Colombia. Entre los países seleccionados de la región, Perú y Brasil muestran las tasas más bajas de internautas conectados al wifi de sus vecinos (8% y 4% respectivamente).
Aunque las razones de estas discrepancias no están del todo claras a partir de los datos de la encuesta, cabe destacar que acceder sin autorización a una red wifi encriptada no es un delito en Japón ni en los Países Bajos, aunque sí lo es en otros países (a veces, con fuertes sanciones).