Con el inicio de marzo, millones de estudiantes latinoamericanos vuelven a la escuela. Al tratarse de una región que se extiende desde el hemisferio norte hasta el sur, los calendarios escolares en América Latina varían en función de las estaciones, dejando más tiempo libre a los estudiantes durante el verano. Así, los estudiantes sudamericanos dicen adiós a las vacaciones justo después del Carnaval, que suele festejarse en la segunda mitad de febrero principalmente en Brasil, Uruguay y Argentina.
Los períodos en los que los estudiantes concurren a la escuela, ya sea para asistir a clases o presentarse a exámenes, pueden tener una duración de nueve hasta once meses dependiendo el país. En México, los alumnos suelen retomar sus estudios en septiembre, para finalizar el período escolar en junio del año siguiente, justo antes de dos meses de receso estival. También adoptan un calendario similar muchos países ubicados en la cuenca del Caribe, como Cuba, Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico y Haití.
Como se ve en este gráfico de Statista realizado con datos del Instituto de Estadística de la UNESCO, los países centroamericanos son los más adeptos a comenzar el año académico junto con el calendario gregoriano. Por ejemplo, los estudiantes de El Salvador, Honduras y Nicaragua asisten al colegio desde enero a noviembre, mientras que en Guatemala lo hacen desde enero a octubre. Sin embargo, la mayor cantidad de países latinoamericanos comienzan su año escolar en febrero o marzo para finalizarlo en diciembre. Tal es el caso de Argentina, Costa Rica y Paraguay –los tres con el inicio en febrero ya sea para exámenes o clases– y el de Brasil, Chile, Panamá y Uruguay, que comienzan el período lectivo en marzo.