Los incendios forestales que desde hace días azotan el oeste de Estados Unidos siguen extendiéndose a un ritmo vertiginoso y han causado ya la muerte de al menos 33 personas, además de miles de evacuaciones y graves daños materiales en California, Washington y Oregón.
Observando a largo plazo la destrucción causada por los incendios forestales en los Estados Unidos, puede verse que la superficie quemada ha aumentado de manera drástica en los últimos 20 años. Mientras que la superficie quemada en los periodos anteriores de 10 años se mantenía entre los 29 y los 45 millones de acres, esas cifras aumentaron en las décadas 2000-2009 y 2010-2019, según los datos del Centro Nacional Interagencial de Bomberos (NIFC en sus siglas en inglés). En ambos intervalos, en los Estados Unidos se quemaron alrededor de 61,2 y 68,4 millones de acres (el equivalente a 24,8 y 27,7 millones de hectáreas, respectivamente).