La tecnología desempeña un papel cada vez más importante dentro de la vida cotidiana. Pero ¿qué sucede con dispositivos como smartphones, ordenadores o tablets una vez que quedan desactualizados por la última tendencia del mercado o cuando dejan de funcionar? Si bien hay casos en los que pueden reciclarse o venderse, la mayoría terminan como basura tecnológica. Según el informe The Global E-waste Monitor 2020 (Observatorio mundial de los residuos electrónicos 2020), la humanidad generó 53,6 millones de toneladas métricas de residuos electrónicos en 2019, de los cuales solo el 17,4% quedo oficialmente documentado como recogido y reciclado de forma adecuada.
Ahora bien, como muestra esta infografía de Statista, la mayoría de la chatarra electrónica procede de China y Estados Unidos. Ambos países generaron entre los dos un total de 17 millones de toneladas métricas de este tipo de basura en 2019. Eso sí, si se habla de la cantidad creada por habitante, otros países como Reino Unido toman la delantera, con una producción de desechos electrónicos que alcanzó los 23,9 kilogramos per cápita. Y todo ello, pese a que el volumen total de chatarra electrónica generada por el país en 2019 no alcanzó las 1,6 toneladas.