Entre los grandes culpables de este idilio entre Internet y los dispositivos móviles figuran las aplicaciones móviles (apps), que abren un inmenso abanico de posibilidades para el uso y disfrute de este tipo de tecnologías. Las apps favoritas tanto entre los usuarios de smartphones como de tablets son aquellas vinculadas con las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea, la mayoría de las cuales son descubiertas, bien mediante el consejo de familiares y amigos, bien buscando directamente en los almacenes de aplicaciones. Sin embargo, a pesar de las recomendaciones, gran parte de los internautas españoles acaban borrando más de alguna de las apps descargadas por no ser lo que esperaban; y son pocos los que están dispuestos a pagar por su uso.
Así pues, la industria del software se enfrenta a un gran reto si quiere seguir manteniendo su volumen de facturación: seducir a los futuros usuarios de smartphones y tablets con productos cada vez más innovadores y personalizados.