El cultivo de la vid y la producción de vino en España no es solo un arte que se remonta a muchos siglos atrás, sino que el sector vitivinícola siempre ha sido de gran importancia para la economía del país y sus representantes están demostrando estar a la altura de los mejores a nivel internacional. España, al fin y al cabo, cuenta hoy en día con la
del mundo, así como el tercer máximo exportador. Así pues, no es de extrañar que el
de esta bebida entre los españoles, pese al constante decrecimiento experimentado en años recientes, se aproxime todavía a los siete litros y el
, también per cápita, supere los 23 euros. Teniendo en cuenta estos datos y el gran potencial de la industria turística nacional, el éxito del enoturismo dentro de sus fronteras solo era cuestión de tiempo.
Las claves detrás del bueno posicionamiento del enoturismo español
De hecho, se trata de uno de los
destinos líderes indiscutidos de este tipo de turismo, con una puntuación que en 2024 rondaba los 7,2 sobre 10. Un triunfo que se debe, en gran medida, a la buena gestión que la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), con el apoyo de los Ministerios de Industria, Comercio y Turismo y de Agricultura, Pesca y Alimentación, hace desde hace años del club de producto Rutas del Vino de España. Este está compuesto actualmente por
un total de 37 rutas enoturísticas repartidas por todo el territorio español. Pero, cuáles son sus
principales atractivos para los aficionados? Para hallar la respuesta hay que dirigir la mirada, en primer lugar a las bodegas y los museos del vino adheridos a estas, pero sin olvidar la gran oferta de alojamiento rural y la gastronomía, puesto que es precisamente en los restaurantes y bares donde más dinero invierten de media los visitantes cada año. En cuanto a la ruta más popular, la ubicada en
la Rioja Alta se llevó la corona en 2023. De los alrededor de tres millones de
visitas de enoturistas registradas en dicho año, más de 389.000 se decantaron por esta. Eso sí, las rutas del Marco de Jerez y de la Ribera del Duero la siguieron de cerca, ambas con más de 368.500 visitantes. Esto no sorprende si se tiene en consideración que son, justamente, tres de las cinco
rutas con mayor oferta de servicios enoturísticos.
El perfil del enoturista en España
Pero con independencia de la ruta elegida, hay una realidad que se mantiene. La mayor parte de los visitantes de las Rutas del Vino de España son
residentes en el país, aunque parece que los turistas internacionales se empiezan a interesar cada vez más por esta alternativa al tradicional turismo de sol y playa. El perfil más común, por tanto, es el de un enoturista español de
entre 46 y 65 años de edad y, en su mayoría, mujer, si bien en los últimos años ha habido un incremento del interés entre los hombres. A la hora del transporte, y pese el notable aumento registrado de alternativas como el autobús y el tren, el
vehículo propio continúa siendo el medio más elegido, del mismo modo que
viajar en pareja sigue siendo la opción preferida. Cabe señalar, no obstante, que cada vez son más los que optan por realizar este tipo de actividades con su grupo de amigos. El método de reserva más utilizado, por su parte, es
Internet y el alojamiento más demandado, el
hotel, preferentemente de cuatro estrellas, con el rural relegado a una segunda posición. En cuanto al
gasto en bienes y servicios, los visitantes desembolsan de media unos 202 euros al día durante su estancia. De esa cantidad, alrededor de 39 euros se destinan a la compra de vino de la zona visitada.
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