“Vacaciones” es, probablemente, una de las palabras más bonitas en la lengua de Cervantes. Independientemente del momento del año en el que se produzcan, su duración e incluso el destino, los españoles anhelan esos días de relajación y descanso en los que dejan a un lado las obligaciones habituales y el despertador pasa a ser un mero elemento decorativo. Solo en 2020, y a pesar de la pandemia por COVID-19, se realizaron más de 100 millones de viajes de ocio, recreo o vacaciones, de los cuales 16 millones se correspondieron con
. En todo caso, en España no se cuelga el uniforme de turista ni en Semana Santa ni en Navidad, así como tampoco durante los diferentes puentes festivos que se dan a lo largo del año.
Vacaciones de verano
De acuerdo con datos de 2021, agosto es, con diferencia, el mes en el que más se veranea en España. De igual forma,
las vacaciones más largas se dan durante este mes. En cuanto al destino, la mayor parte de los españoles que viajan durante el tercer trimestre del año lo hace dentro del territorio nacional.
Las vacaciones dentro de la propia comunidad autónoma duran unos cinco días y, en 2021, el gasto medio ascendió a alrededor de 200 euros. Cuando el desplazamiento se realiza a otra región, en cambio, el retiro supera ligeramente la semana y el
el gasto medio de las vacaciones se eleva a algo más de 420 euros.
Vacaciones de Semana Santa y Navidad
Las vacaciones de Semana Santa de los españoles suelen durar entre tres y cuatro días de media. En 2019, el gasto medio superó los 200 euros y
la ocupación hotelera, el 80%. Por comunidades autónomas, la más alta se dio en Andalucía, algo a lo que seguro contribuyeron sus ocho Semanas Santas declaradas
Fiesta de Interés Turístico Nacional o Internacional. Y es que las procesiones y demás actos religiosos que se celebran en todo el territorio español siguen siendo un importante reclamo turístico. En lo que respecta a la Navidad, por otro lado, los españoles realizaron casi 6,6 millones de viajes. La duración media tampoco superó los cuatro días, y el gasto medio ascendió a casi 200 euros.
Efectos de la COVID-19
La expansión de
la pandemia de COVID-19 en España, junto con la consecuente declaración del estado de alarma por parte del Gobierno central en marzo de 2020, afectó de lleno a las
reservas de hotel para Semana Santa. Esa temporada en el sector turístico no se pudo salvar, pero el inicio de la "nueva normalidad" en junio dio algo de esperanza de cara a la época estival y se espera las cifras mantengan un camino para la normalidad entre 2022 y 2023. Así, en 2021,
casi un tercio de los españoles tenía planeado ir de vacaciones de verano, porcentaje directamente proporcional al tamaño del municipio de residencia. Entre las
principales razones para no ir de vacaciones destacan el temor al coronavirus y la falta de atractivo de las medidas de seguridad para combatirlo. En todo caso, muchos sí parecen dispuestos a salir cambiando sus hábitos de viaje, dando ahora más importancia a los destinos menos masificados y priorizando más los destinos nacionales.
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