Hábitos de consumo y compra en España - Datos estadísticos
La evolución del empleo y el consumo en los hogares son dos indicadores que están directamente relacionados. En 2020, a consecuencia de la crisis derivada de la pandemia de COVID-19, hubo un constante deterioro de la percepción de la situación financiera en España, que no cambió en los años siguientes, siendo especialmente mala en 2022 y comienzos de 2023 debido, entre otras razones, a la elevada inflación. Y todo ello, pese a que las últimas cifras del FMI muestran que la actual tasa de desempleo en España es la más baja desde 2008. Pero la gran pregunta es, ¿cómo ha afectado todo esto al consumo?
Las rebajas son una de las alternativas más recurridas, con un alto porcentaje de españoles que espera a este periodo para realizar las compras importantes. Eso sí, eso no se traduce necesariamente en un elevado gasto, aunque en 2024 alrededor del 65% de la población reconoció haber gastado igual o más que durante el año previo. De esta forma, el dinero invertido de media durante la campaña invernal de 2024 se situó en torno a los 350 euros; una cifra que no solo supuso una mejora de casi 120 euros frente al mínimo de 2021, sino que se encuentra ya en valores de la era pre-COVID-19.
Por su parte, los productos de segunda mano en España también han alcanzado una renovada popularidad entre los consumidores, sobre todo en el caso de ciertos modos de entretenimiento (libros y discos) y la moda. En cuanto a los artículos de marcas blancas, otra de las opciones más económicas del mercado, su grado de aceptación es notoriamente elevado. De hecho, supone alrededor del 45% de la cuota del mercado español. Ahora bien, el menor precio que las marcas de fabricante no es la única razón detrás de esta creciente popularidad y es que la mejor calidad-precio que otras opciones y el aumento de la variedad han desempeñado también un papel clave en la elección final de los consumidores.
La búsqueda del ahorro adquiere una nueva importancia
En 2023, la renta media por persona en España aumentó en algo más de 1.000 euros con respecto al año previo, registrando así el valor más elevado de la última década. Este dato aparentemente positivo, sin embargo, no refleja la dura realidad que experimentaron ciertos ciudadanos, que siguen arrastrando las consecuencias de la crisis sanitaria. No en vano, muchos autónomos se vieron obligados a bajar la persiana durante meses, en un cierre temporal que no en pocos casos se acabó convirtiendo en definitivo. Ante este panorama, unido a la alarmante subida de los precios de la cesta de la compra y de los combustibles, la búsqueda de nuevas formas de ahorro adquirió más peso que en años anteriores.Las rebajas son una de las alternativas más recurridas, con un alto porcentaje de españoles que espera a este periodo para realizar las compras importantes. Eso sí, eso no se traduce necesariamente en un elevado gasto, aunque en 2024 alrededor del 65% de la población reconoció haber gastado igual o más que durante el año previo. De esta forma, el dinero invertido de media durante la campaña invernal de 2024 se situó en torno a los 350 euros; una cifra que no solo supuso una mejora de casi 120 euros frente al mínimo de 2021, sino que se encuentra ya en valores de la era pre-COVID-19.
Por su parte, los productos de segunda mano en España también han alcanzado una renovada popularidad entre los consumidores, sobre todo en el caso de ciertos modos de entretenimiento (libros y discos) y la moda. En cuanto a los artículos de marcas blancas, otra de las opciones más económicas del mercado, su grado de aceptación es notoriamente elevado. De hecho, supone alrededor del 45% de la cuota del mercado español. Ahora bien, el menor precio que las marcas de fabricante no es la única razón detrás de esta creciente popularidad y es que la mejor calidad-precio que otras opciones y el aumento de la variedad han desempeñado también un papel clave en la elección final de los consumidores.
