Elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024 - Datos estadísticos
Un aliado inesperado y una lucha muy reñida
Entre los momentos para el recuerdo de estas elecciones se encuentra el apoyo a Donald Trump de uno de los candidatos independientes que más ruido estaba haciendo hasta el anuncio de la suspensión de su campaña el 22 de agosto, el ex demócrata Robert F. Kennedy Jr. El sobrino del famoso expresidente John F. Kennedy le mostró su respaldo público, afirmando que retiraba su nombre de las papeletas para mejorar las posibilidades del candidato republicano y acusando al Partido Demócrata de “querer salvar la democracia acabando con ella”. Teniendo en cuenta el auge de los electores independientes en los últimos años dentro de la nación —en 2023 ya suponían aproximadamente el 45% de los votantes—, que uno de sus mayores referentes en estas elecciones haya declarado de forma tan abierta su apoyo a Trump podría llegar a ser determinante en una lucha por la presidencia inmensamente reñida como bien muestran los sondeos.Y es que el grado de aprobación de Harris, normalmente bajo, se disparó desde su nominación y a inicios de agosto superaba ya al expresidente, alcanzado una ventaja que ha logrado mantener, por ahora. En concreto, a fecha de 28 de agosto, en un enfrentamiento hipotético, la vicepresidenta se impondría con el 48,3% de los votos, frente al 46,6% del conservador. Lo apretado del posible resultado se refleja también en los estados bisagra, que si siempre son pieza clave —no hay que olvidar que en conjunto suman 94 votos, esto es, casi un 35% del total necesario para ganar las elecciones— volverán a serlo aún más en esta ocasión. Hasta el momento, Trump gana por la mínima en tres de ellos —Nevada, Carolina del Norte y Arizona, que en 2020 acabó siendo azul— y su rival en otros tres —Pensilvania, Michigan y Wisconsin—, justamente los mismos que se decantaron por el “burro” hace cuatro años. Georgia, uno de los protagonistas indiscutibles de las últimas presidenciales por el hallazgo de casi 2.600 votos sin contar días después del escrutinio, presenta un empate entre ambos candidatos. ¿Tendrá lugar una repetición de la situación y de las acusaciones derivadas de esta? La esperanza es que no, pero habrá que esperar a noviembre y a saber hacia qué lado se acaba inclinando la balanza para saberlo.
¿Qué temas preocupan a los votantes?
Más allá de quien se alce con el ansiado título, los temas que más preocupan actualmente a la sociedad estadounidense no cambian, aunque el abordaje de estos sí lo haga en función del partido del vencedor. Así, el empleo es una cuestión política de primer orden para los votantes, sobre todo cuando julio cerró con la tasa de paro más alta desde octubre de 2021, y algunos incluso consideran que la cantidad de puestos de trabajos generados por el líder del Ejecutivo está directamente relacionada con el éxito que ha tenido este en el cargo. Además, y aunque la economía se ha fortalecido, muchos ciudadanos no sienten esto en su vida cotidiana. En todo el país, el índice de precios al consumidor (IPC) ha seguido aumentando y con él, el costo de vida, lo que ha dejado a muchos estadounidenses luchando por llegar a fin de mes. No por nada, la inflación es precisamente el asunto más importante para los electores nacionales, por encima incluso del acceso a la sanidad, la inmigración, el aborto, el cambio climático o la regulación de las armas; todos ellos muy candentes de cara a noviembre debido a la postura radicalmente opuesta de ambos candidatos. El debate sobre el último de ellos ha vuelto a ponerse sobre la mesa tras el tiroteo ocurrido en una escuela secundaria de Georgia el 4 de septiembre perpetrado aparentemente por un estudiante de 14 años y que dejó al menos cuatro muertos y nueve heridos.Harris vs. Trump: la evolución de su carrera por la presidencia
Joe Biden anunciaba en abril de 2023 su intención de presentarse a la reelección pese a contar con un nivel de aprobación bajo desde su toma de poder. Es más, según una encuesta realizada a comienzos de 2024, cerca del 65% de la población adulta del país no confiaba en absoluto en la capacidad del candidato demócrata para ejercer de forma efectiva el cargo. Los episodios, cada vez más frecuentes, donde el dirigente ha sufrido caídas y lapsus durante los discursos como el ocurrido en la convención de la OTAN en julio de 2024, donde llamó Putin al presidente ucraniano, no han ayudado a mejorar dicha percepción. De hecho, desde septiembre de 2023, no lograba liderar los sondeos, llegando a estar hasta tres puntos por debajo de Donald Trump.Ante esta situación, el 11 de julio anunciaba finalmente que se retiraba de la carrera por sentarse en el Despacho Oval y llamaba a todos a apoyar la candidatura de su vicepresidenta Kamala Harris. Esta, que era también la alternativa preferida de la población para sustituir al actual presidente en los comicios de noviembre, no tardó en recibir el número necesario de delegados para la nominación, aunque no fue nombrada oficialmente candidata demócrata hasta la Convención Demócrata del 19 al 22 de agosto. Eso sí, antes de que esto ocurriera, presentaba al gobernador de Minnesota, Tim Walz, como su compañero de fórmula; una decisión que para casi una cuarta parte de los ciudadanos es la mejor posible.
En cuanto a su oponente, Donald Trump lograba asegurar su nominación como candidato republicano a la presidencia 244 días antes de la celebración de las elecciones, tras la retirada en marzo de su máxima rival, Nikki Haley. Ahora bien, aún era necesario un último paso: su designación oficial. Esta sucedió durante la Convención Nacional Republicana —celebrada tan solo días después del atentado contra el expresidente en un mitin, que supuso además el primer intento de asesinato presidencial en Estados Unidos desde Reagan en 1981— y por votación unánime a pesar de las preguntas sobre su elegibilidad al tratarse del primer presidente en ser un delincuente convicto —en mayo de 2024, fue condenado por 34 delitos graves por falsificar registros comerciales relacionados con un escándalo sexual de 2016—. El encargado de acompañarle en la lucha por ganar las elecciones también fue nombrado entonces: el veterano de la marina, escritor y senador por Ohio J.D. Vance.