El último reporte publicado por el Bureau of Labor Statistics (BLS) deja, no obstante, una sensación agridulce. Por un lado, en enero de 2023 el empleo y la tasa de desocupación rebasaron con creces hasta las más optimistas expectativas, al contabilizarse un total de 517.000 nuevos puestos de trabajo y una tasa de paro del 3,4% (la mas baja desde 1969). Por otro, entre octubre y diciembre de 2022 se generaron 247.000 nuevos empleos; un dato que, pese a ser positivo, revela una cierta desaceleración económica, si se compara con los más de 600.000 creados en el mismo periodo de 2021. Este tendencia ligeramente recesiva es fruto, entre otros factores, de las reiteradas subidas de los tipos de interés ordenadas por la Reserva Federal (FED) en 2022 para intentar frenar la inflación.
¿En qué trabajan los estadounidenses?
Alrededor de 158 millones de personas conforman la población ocupada de la nación norteamericana en 2022. De ellos, más de tres cuartas partes están empleados en el sector servicios. Llegados a este punto cabe preguntarse: ¿cuáles son las profesiones mejor remuneradas dentro del sector terciario y del mercado laboral estadounidense en general? Pues para asombro de muy pocos, aquellas ligadas al área sanitaria. Especialmente cirujanos y médicos, que pueden llegar a embolsarse más de 120 dólares la hora y rebasar los 250.000 dólares al año. Si se tiene en cuenta que el sueldo medio por hora asciende a algo más de 20 dólares y el anual a aproximadamente 75.000, queda clara la relevancia de este tipo de posiciones. Con cifras tan apetecibles, tampoco sorprende que sea este el sector con más nuevas vacantes de empleo previstas en EE. UU. hasta 2030.Las desigualdades eclipsan a las oportunidades
El Tío Sam se ha popularizado por tender la mano a quien desee emprender y apostar por vivir su sueño americano. Eso sí, nadie dijo que fuese fácil. La competencia es ardua y la impregna una profunda desigualdad estructural, que se manifiesta más allá del estatus económico. Así, por ejemplo, solo un 36% de la población mayor de 54 años tenía un puesto de trabajo en 2021, frente al 75% registrado para otras edades. Ahora bien, ser joven tampoco ayuda demasiado. De hecho, el rango comprendido entre los 16 y los 24 años ostentaba el porcentaje de desempleados más elevado y el desánimo ha hecho mella en ellos al comprobar, con cierta decepción, que ni siquiera una buena educación superior es garantía de acceso a su dream job. De hecho, más de un 40% de los graduados universitarios están en situación de infraempleo, es decir, ejerciendo en condiciones laborales inferiores a las de su cualificación profesional.Las evidencias se acentúan si se analizan, por ejemplo, el estado de residencia o los diferentes grupos étnicos que cohabitan dentro del país de las oportunidades. En este caso, afroamericanos y puertorriqueños resultan los peor parados, con una diferencia en la tasa de paro respecto a las personas blancas superior a los cuatro puntos porcentuales. En el polo opuesto se sitúan los mexicoamericanos, que han conseguido paulatinamente mejores resultados en las ratios de ocupación que otras comunidades latinas.