Un estudio de las aguas residuales de 104 ciudades de 21 países europeos refleja la realidad del consumo de drogas en Europa. Llevado a cabo por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA), el informe revela que las seis sustancias analizadas —cocaína, ketamina, anfetamina, cannabis, MDMA y metanfetamina— estaban presentes en casi todas las urbes inspeccionadas en 2022.
Las conclusiones del estudio dibujan "un panorama de un problema de drogas tan extendido como complejo", según Alexis Goosdeel, director del EMCDDA, que considera que las muestras de aguas residuales “pueden contar historias reveladoras sobre la vida de una comunidad y pueden proporcionar una advertencia temprana de amenazas emergentes para la salud”.
Por lo que respecta a la cocaína, cada vez se detectan más restos de esta droga en las aguas residuales europeas. La presencia de cocaína sigue siendo más elevada en las ciudades del oeste y sur del continente, especialmente en urbes de Bélgica, Países Bajos, España y Portugal. La ciudad de las analizadas cuyas aguas residuales presentan una mayor cantidad de residuos de cocaína es Amberes (Bélgica), con una tasa de casi 2.400 miligramos de esta droga de media al día por cada 1.000 personas. La segunda es Tarragona (España), con una media diaria de más de 1.600 mg, seguida de Ámsterdam (Países Bajos), con 1.142 mg/día por cada 1.000 habitantes.