La seguridad alimentaria mundial se deterioró entre 2019 y 2022, según el último Índice Global de Seguridad Alimentaria realizado por The Economist Intelligence Unit (EIU). El índice mide la asequibilidad, disponibilidad, calidad y seguridad, así como la sostenibilidad y adaptación de los alimentos a través de 68 indicadores en 113 países.
Finlandia, Irlanda y Noruega fueron los países con mayores niveles de seguridad alimentaria en 2022, mientras que Yemen, Haití y Siria presentaron los más bajos. La brecha entre los países con mejores y peores resultados ha ido creciendo desde 2019, lo que pone de relieve el empeoramiento del estado de desigualdad en el sistema alimentario mundial. Estados Unidos ocupa el puesto 13 de 113, con una puntuación de 78.
La seguridad alimentaria sufrió el descenso más drástico entre 2022 y 2012 en Siria, con una caída total de 10,5 puntos. También empeoró en otros nueve países en ese periodo: los peores fueron Haití (-5,4), Venezuela (-4,9), Colombia (-2,2) y Zambia (-1,8).
Según EIU, el debilitamiento del sistema alimentario se debe a una serie de riesgos superpuestos, como la volatilidad de la producción agrícola, la escasez de recursos naturales, el aumento de la desigualdad económica, un número cada vez mayor de perturbaciones inducidas por el clima, como sequías e inundaciones, así como la volatilidad del comercio y de la cadena de suministro.
Los conflictos armados también están estrechamente relacionados con una menor seguridad alimentaria, ya que no sólo afectan a la infraestructura de la cadena de suministro, sino que también provocan la contaminación del agua, el suelo o la tierra.