En la mayoría de los países de la OCDE que recogen datos sobre el peso autodeclarado, más de la mitad de los adultos tenían sobrepeso o eran obesos y casi uno de cada cinco era obeso en 2021 (últimos datos disponibles). La prevalencia de la obesidad era especialmente elevada en Estados Unidos, donde algo más de un tercio de los encuestados afirmaba ser obeso.
En Chile y el Reino Unido, las tasas se situaban justo por encima de uno de cada cuatro, mientras que Corea tenía el porcentaje más bajo de personas con obesidad de los países estudiados, con sólo un 4,3%. Los hombres tenían más probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad en todos los países estudiados, con una diferencia de 19-20 puntos porcentuales entre Alemania, Luxemburgo y República Checa.
Según la Organización Mundial de la Salud, un índice de masa corporal (IMC) superior a 25 se considera sobrepeso, y superior a 30, obesidad. La obesidad está relacionada con una serie de problemas de salud como la diabetes de tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y varios cánceres.
Aunque la concienciación sobre el tema es cada vez mayor, la obesidad sigue siendo a menudo malinterpretada debido a la idea errónea de que se debe únicamente a malas elecciones de estilo de vida, cuando también son importantes factores como la predisposición genética y las influencias medioambientales.