El hielo marino, también llamado banquisa, son bloques de agua congelada que se forman, expanden y derriten en los océanos. La mayoría de la banquisa se encuentra en las regiones polares de nuestro planeta, y representa alrededor del 15% de la superficie oceánica en ciertos momentos del año. Dichas superficies congeladas son de gran importancia ya que reflectan parte de la luz solar hacia el espacio exterior, regulan la temperatura de los océanos y del aire y mantienen hábitats animales, entre otras propiedades.
Desafortunadamente, la extensión del hielo marino se ha visto mermada en años recientes debido al alza en las temperaturas globales causada por el cambio climático. De acuerdo con cifras de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), la extensión promedio anual de la banquisa en 2022 se colocó por debajo de los 21,3 millones de km2, una disminución del 9,6% comparado con 1980, cuando dicha cifra alcanzaba los 23,5 millones.
Como muestra nuestro gráfico, cifras promedio mensuales de 2023 han marcado bajos históricos en los niveles de hielo marino, con el promedio de septiembre de 2023 de menos de 21,2 millones de km2, la más baja extensión en este mes desde que se tienen reportes. Con las proyecciones indicando un alza inminente en la temperatura global, e incluso con reducciones más severas de gases de efecto invernadero, especialistas aseguran que el hielo seguirá disminuyendo y desaparecerá por completo en el verano de regiones como el Ártico, impactando gravemente a especies locales como el oso polar y también alterando el clima global a gran escala.