En 2022, último año para el que Eurostat dispone de datos, el número medio de hijos nacidos por mujer en la Unión Europea (UE) era de 1,46. Esta cifra se ha mantenido bastante estable en los últimos diez años (1,54 en 2012), pero sigue siendo insuficiente para que la población europea se renueve (excluyendo la contribución migratoria). De hecho, el umbral de renovación generacional se estima en 2,1 hijos por mujer, una tasa que los europeos están lejos de alcanzar. ¿En qué países se registran las tasas de fecundidad más elevadas y cómo han evolucionado?
Como muestra nuestro gráfico, las tendencias varían mucho de un país a otro. Entre 2012 y 2022, algunos países como República Checa, Hungría, Rumanía, Letonia y Alemania vieron aumentar sus tasas de fecundidad entre un 10% y un 30%, mientras que otros como Francia, Irlanda, Bélgica, España e Italia las vieron descender en torno a un 10%. Así, Francia tenía en 2022 la segunda tasa de fecundidad más alta de la UE (1,79 hijos por mujer), por detrás de Georgia, con 1,83. Las tasas más bajas se registraron en Albania (1,21), España (1,16) y Malta (1,08).
Según el demógrafo Gilles Pinson, entrevistado por Le Monde, las diferencias entre los países del sur y del norte de Europa se explican en parte por el nivel de las políticas de empleo favorables a la familia, mucho menos desarrolladas en los países del sur. En cuanto a los países de Europa del Este, tras ver descender sus tasas de fecundidad en los años posteriores a la desintegración de la URSS, han experimentado un aumento de este indicador demográfico desde la década de 2000.