Se calcula que cada año mueren 8,7 millones de personas a causa del tabaco, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ellas, 1,3 millones no consumen tabaco directamente, sino que están expuestas a él de forma pasiva. De acuerdo con la OMS, las personas expuestas al humo de tabaco ajeno "corren el riesgo de morir de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, enfermedades respiratorias, diabetes de tipo 2 y cánceres".
Aunque estas cifras siguen siendo elevadas, se ha avanzado en cuanto a la adopción de políticas de promoción de la salud por parte de los países para intentar frenar el consumo de tabaco en sus poblaciones. En el informe 2023 de la OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo, la organización señala que actualmente unos 5.600 millones de personas viven en países en los que se ha introducido al menos una de las seis medidas promovidas por la organización para el control del tabaco, es decir, el 71% de la población mundial.
Como muestra el siguiente gráfico, alrededor del 79% de los países miembros de la OMS han introducido etiquetas de advertencia en los envases de cigarrillos, aunque no todos en la misma medida. Al mismo tiempo, el 38% de los países analizados han implementado normas estrictas sobre zonas de no fumadores, mientras que alrededor del 34% tienen prohibiciones estrictas con respecto a la publicidad del tabaco. 44 países aún no han implementado medidas de control del tabaco y 53 aún no prohibieron por completo fumar en los establecimientos de salud.