Según un informe de The International Disasters Database (EM-DAT), el año pasado hubo 399 desastres naturales en todo el mundo que causaron cerca de 86.500 muertes y afectaron a unos 93 millones de personas. Además, las pérdidas económicas fueron de más de 200.000 millones de dólares. Según el estudio, el total de catástrofes en 2023 es ligeramente superior a la media de 2003 a 2022 (369).
El año pasado, Europa ocupó el primer puesto en muertes por desastres naturales debido a las olas de calor. Sin embargo, los datos para 2023 sobre el impacto de este fenómeno en el «Viejo Continente» siguen siendo incompletos debido a que los informes se encuentran aún en fase preliminar. Según la información disponible, Asia registró el mayor número de muertes atribuidas a desastres naturales. Dos eventos contribuyeron significativamente al exceso de mortalidad ese año: la sequía en Indonesia y los terremotos en Turquía y la República Árabe Siria, ambos sucesos afectando a más de 18 millones de personas.
A nivel mundial, las muertes registradas por terremotos casi se duplicaron en comparación con la media anual de los últimos 20 años, mientras que la mortalidad por tormentas, inundaciones e incendios forestales también aumentó en comparación con el periodo analizado.
La EM-DAT es una base de datos mantenida por el Centro de Investigación sobre Epidemiología de las Catástrofes (CRED, por sus siglas en inglés) y contiene información sobre más de 25.000 desastres naturales desde 1900. El CRED define una catástrofe como "un acontecimiento imprevisto y a menudo repentino que causa grandes daños, destrucción y sufrimiento humano; una situación o acontecimiento que desborda la capacidad local y hace necesaria una nacional o internacional de ayuda exterior".