Un estudio publicado por la revista médica The Lancet en julio de 2022 muestra que, en Latinoamérica, la responsabilidad a la hora de prevenir el embarazo recae de manera desproporcionada en las mujeres. Aunque la disponibilidad y popularidad de los métodos anticonceptivos difieren de un país a otro, debido –entre otros factores– a la infraestructura de salud y la información existente, la esterilización femenina y la píldora siguen siendo los principales métodos de planificación familiar en América Latina y el Caribe.
Como muestra este gráfico de Statista, tanto en México como en la República Dominicana, casi el 50% de las mujeres de 15 a 49 años recurre a la esterilización femenina como método anticonceptivo. Esto incluye la ligadura de trompas y la extirpación del útero o de los ovarios. Si bien este método representa más de un tercio del uso de anticonceptivos en Guatemala, Venezuela y Colombia, una gran parte de las mujeres en edad reproductiva también recurre a otros métodos menos invasivos como las inyecciones y los anticonceptivos orales. En países del cono sur como Argentina, Brasil y Chile, las píldoras anticonceptivas constituyen el principal método para evitar un embarazo.
Los datos de The Lancet ponen en evidencia cómo la carga física de la anticoncepción recae casi exclusivamente en las mujeres. Al observar la proporción de hombres que se someten a la vasectomía, este procedimiento se revela muy impopular. En México, la esterilización masculina representa el 1,2% del uso de métodos anticonceptivos, mientras que en Venezuela, Perú, Argentina y Chile ni siquiera alcanza el 1%.